Hondureños sueñan con refugiar a más migrantes en su hogar
En una humilde vivienda construida con maderas y cartón refugia a quienes van de paso por esta ciudad rumbo al ‘sueño americano’
LESLIE DELGADO
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 18 de diciembre como el día Internacional del Migrante, a fin de garantizar sus derechos humanos y libertades fundamentales en búsqueda de una mejor vida.
En Saltillo, el matrimonio conformado por Glenda y Miguel Ángel, hondureños de nacimiento, pero mexicanos por adopción reciben diariamente a los migrantes en su hogar ubicado en la colonia las Margaritas, al poniente de la ciudad donde les ofrecen refugio y comida durante su estancia.
Para la pareja su máximo sueño es consolidar una casa del migrante para recibir y brindarles hospitalidad a las personas que van en búsqueda del llamado “sueño americano”.
“Somos 17 con mi esposo y mis hijos, son poquitos los inmigrantes que hay porque no he ido a traer porque no tengo dinero para ir hasta la orilla de la casa del migrante; cuando tengo dinero voy y los busco pero con todo el amor del mundo recibimos a los migrantes y darles alojamiento el tiempo necesario, no importa cuánto sea y que Dios lo ayude el día que se vayan y que lleguen a su destino” manifestó la señora Glenda mientras permanecía en la cocina junto a su esposo.
El humilde hogar construido con maderas y cartón está asentado sobre un loma, aquí no hay pavimento ni servicios básicos de agua y electricidad, sin embargo no es impedimento para la familia de Glenda quienes desde hace cuatro meses reciben a los migrantes ofreciéndoles un techo donde dormir y tres comidas al día, además de ropa y zapatos.
Algunos de los huéspedes se encuentran almorzando la comida preparada por la anfitriona, “para todos alcanza” dice Glenda mientras sirve el último plato. “Soy inmigrante, mi esposo también es de Honduras (…) y tenemos 32 años de estar acá en México; para mí es un orgullo servir a mis compañeros de Honduras porque son unos hijos más” relató.
La vivienda cuenta con tres cuartos y un baño, en los cuales se distribuyen los huéspedes y la familia anfitriona, “aquí atrás estamos construyendo unos cuartitos para la casita del migrante, queremos que se llame ‘La Esperanza’, tenemos 1000 blocks y arena que nos donaron pero nos falta el cemento”, explica la pareja mientras camina al exterior.
Los migrantes que se albergan trabajan temporalmente en lo que ellos describen como “la obra”, desde temprana hora los recogen y posteriormente arriban a la casa después de las 7:00 de la tarde.
“Aquí hay reglas, porque lo que es droga, bebida eso no se les permite, se les pide que no lleguen muy tarde a la casa y los que trabajan a veces llegan a las 10:00 u 11:00 pero es porque andan trabajando”, dijo la señora Glenda.
Sin distinción de nacionalidades acogen a los migrantes que lo requieran, cabe mencionar que de acuerdo a datos de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de la Secretaría de Gobernación en este 2020 el flujo migratorio se redujo hasta en un 39 por ciento, siendo la pandemia por el Covid-19 uno de los principales motivos de esta reducción.
“Siempre les pido a los de migración que nos apoyen, que si no cometen delitos (los migrantes) que no los agarren y los dejen trabajar y a las autoridades les pedimos que no los deporten porque es muy difícil; viene uno huyendo de las maras y acá lo agarra la policía entonces no se vale”, concluyó Glenda.
