La presidenta consejera del Instituto Electoral de Coahuila, Gabriela de León Farías, no estuvo ayer cuando los cinco excandidatos a la gubernatura del estado que conformaron el Frente por la Dignidad de Coahuila, presentaron la impugnación para buscar que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación invalide la elección.
Sin embargo, sí dio a conocer su posicionamiento y señaló que, pese a que están en su derecho de manifestarse, aseguró que el instituto a su cargo hizo un buen trabajo.
“Ellos tienen todo el derecho de inconformarse por los resultados que nos les fueron favorables. Pueden impugnar lo que quieran, nosotros estamos tranquilos porque hicimos nuestro trabajo”, dijo.
Durante la presentación de pruebas, que fueron recibidas por el oficial mayor del órgano electoral, Mauricio Mantilla, el exaspirante Guillermo Anaya entregó cinco cajas con más de mil hojas que conforman 200 expedientes, donde dijo, documentan el fraude electoral.
“Mencionamos 14 agravios que tienen que ver con cómo operó el sistema, entre ellos el PREP y el conteo rápido”, manifestó.
En ese sentido, De León sostuvo que el conteo rápido es una estimación de las proporciones de votos para cada uno de los candidatos, basada en muestras aleatorias.
En este contexto, aseguró que ninguno de los candidatos tiene una ventaja significativa sobre los demás.
Si bien el Comité Técnico del Conteo Rápido del Instituto Electoral de Coahuila sólo recibió el 56% del total de la muestra establecida, también lo es que este porcentaje supera el mínimo requerido por los matemáticos para proceder al análisis de los datos, por lo que tenían elementos suficientes para determinar uno de los dos informó que el conteo rápido es una estimación de las proporciones de votos para cada uno de los candidatos, basada en una muestra aleatoria.