Laura Estrada
Aunque Halloween es visto por muchos como una festividad divertida, especialmente para los niños, la Iglesia Católica advierte sobre el trasfondo simbólico de la celebración. El padre Juan Alberto García Mendoza, párroco de Cristo Rey, advirtió que, aunque los niños participen inocentemente, la celebración de Halloween promueve una simbología que la iglesia interpreta como una “adoración al mal” y un “culto al horror”, por lo que exhortó a la feligresía a creer en la bondad, el amor y en las cosas que traen vida.
Expresó que la iglesia católica no está en contra de la fusión religiosa y la cultura, pero hay que diferenciar entre las celebraciones para no exaltar el culto, sobre todo el culto al horror, al miedo, a la muerte y a las tradiciones que no son parte del folclore mexicano, en el cual también hay una diferencia entre la celebración religiosa y las expresiones culturales, por ejemplo la celebración del Día de todos los santos y los fieles difuntos.
Alentó a hacer un contrapeso a la celebración del Halloween, participando en las celebraciones de la iglesia católica con motivo del Día de todos los santos, la cual dijo que es para conmemorar a todos los santos, no solo como una figura de la iglesia, sino la santidad de las personas, quienes en vida llevaron a cabo acciones de bondad y se les recuerda por eso. Así como a vivir la celebración de los fieles difuntos, día en el que por tradición se cree que los fallecidos vuelven para vivir una día más entre nosotros.
Por ello, expresó que es importante creer en el amor, la bondad, la alegría, en lo que da vida. En el marco de las celebraciones de los días uno y dos de noviembre, la iglesia católica llevará a cabo una escenificación de todos los santos, diversas celebraciones eucarísticas y la instalación del altar de muertos, por lo que invitó a la comunidad a vivir estos dos en la iglesia de Cristo Rey o sus parroquias cercanas.
Hizo ver qué la fusión de religiosidad y cultura con relación a la vida después de la muerte, con la esperanza de la resurrección no es mala, por lo que incluso en el catecismo se les invita a los niños a crear sus altares de muertos, sin embargo celebraciones como el Halloween, aunque parezcan divertidas para ellos, tienen otra simbología e invitó a los padres aa hacer conciencia de ellos y ayudar a no confundirlos permitiéndoles el culto al horror.