Por: David González
Martín fue un padre de familia modelo, cumplía con su responsabilidad como hombre trabajador y brindaba un patrimonio seguro a su esposa y sus tres hijos; sin embrago, el problema aparecía cada que iba a tomar con sus amigos muy esporádicamente cuando al llegar a casa se convertía en otra persona y al calor del alcohol llegó a golpear su mujer y a maltratar a sus descendientes.
Hasta que su pareja fue a dar al hospital la familia se percató del entorno de violencia en que vivían a causa de la bebida.
De inmediato Martín, con el ayuda de su familia buscó apoyo, primero para su alcoholismo y luego terapias para controlar la ira que sentía.
Fue en estas consultas donde recordó que de niño su padre hacía lo mismo con su madre en un tiempo en el que golpear a la mujer era lo más normal.
No más violencia, no más golpes y no más alcohol, es lo que se prometió Martín en su nueva vida en la que con ayuda psicológica y terapias de grupo ha encontrado el camino para una sana convivencia y entorno familiar más feliz.
Según cifras de la Plataforma de Violencia y Maltrato del Sistema Estatal de Atención y Protección de Derechos del Estado de Coahuila (SEAP), de cada 100 mujeres entrevistadas 71 sufrieron algún episodio de violencia, ya sea verbal, psicológica, económica o física.
En la entidad se creó en 2015 el programa Masculinidad por la Paz para atender los casos de violencia.
El director del DIF estatal Sergio Sisbeles Alvarado dijo que el año pasado se atendieron cerca de cinco mil casos como el de Martín; este número de varones aceptaron su responsabilidad.