Saltillo, Coahuila / 1 Agosto 2018
Por: MARTHA BRIONES
En lo que se ha convertido en una “tradición religiosa” durante el novenario al Santo Cristo de la Capilla, en el municipio de Saltillo, decenas de hombres y mujeres feligreses de la iglesia católica hacen fila en el estrado de confesión para que el sacerdote que oficia la misa, tras una penitencia, los absuelva del pecado de haber cometido aborto.
“Son aproximadamente entre 30 y 35 católicos, la mayoría mujeres, las que asisten a buscar el perdón y en algunos casos son acompañados por hombres que de alguna manera participaron en el acto o fueron sus cómplices”, reveló el Padre Plácido Castro, párroco de la Catedral de Santiago, donde se realiza el novenario previo a la gran fiesta el próximo seis de agosto.
La historia del perdón data del 2015 cuando l papa Francisco concedió a los sacerdotes que absuelvan “el pecado de aborto a quienes lo han practicado y que estén arrepentidos de corazón”, que antes solo los obispos tenían la facultad de absolver.
Según el padre Plácido Castro son en promedio 35 personas las que llegan buscando el perdón en ese tema, que podrían sumar 300 al concluir el novenario el domingo, la víspera de la fiesta patronal.
Dijo que aunque con anterioridad el Obispo Raúl Vera López siempre autorizaba por escrito a los sacerdotes que confiesan luego del Novenario, ahora ellos pueden impartir “la gracia”.
“Si hay alguna persona que cometió en específico el pecado del aborto, ahora los sacerdotes podemos absolverla”, explicó el padre Plácido Castro.
El párroco de Catedral indicó que el ser humano tiene derecho a ser perdonado y a pedir perdón, pues Jesucristo fue muy claro cuando sostuvo que no pretende la muerte del pecador. Él dijo: “yo quiero que cambie y que viva, vengan a mí los que se sientan fatigados por la carga, que yo los aliviaré” y nosotros debemos cumplir con su voluntad, es una gracia especial que podemos dar, indicó.
Castro manifestó que a nadie que se acerque a la iglesia para buscar ser perdonado se le cierra la puerta; sin embargo, para que el pecado sea perdonado se requiere reconocerlo, arrepentirse y pedir perdón.
Indicó que el como sacerdote le corresponde orientar, dirigir a las personas si la falta tiene que ver o afecta a otros.
Para perdonar el “pecado” del aborto, los padres consideran las circunstancias de las personas.
En ese sentido, Castro indicó que la penitencia nunca es un pago, la penitencia no salda las deudas con Dios, es un error pensar que la penitencia es un signo de arrepentimiento, más bien es una colaboración para arrancar de raíz el pecado.
En 2015, el Papa Francisco concedió la gracia especial de forma temporal durante el jubileo de la Misericordia y dio potestad a los sacerdotes para perdonar el aborto, un pecado que la doctrina católica considera muy grave y provoca la ex comunión.
Sin embargo hace dos años, tras considerar que muchas de las mujeres que cometieron aborto llevan en su corazón una cicatriz por esa elección sufrida y dolorosa, el máximo líder católico en el mundo, convirtió en permanente la facultad de perdonar el aborto, para que, según señaló el religioso, “ningún obstáculo se interponga entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios”.