Por: David González
De cada 10 coahuilenses sólo dos tramitan un testamento, lo cual indica que la baja cultura patrimonial es provocada por el desinterés más que por falta de dinero para realizar el trámite, dijo Armando Prado Delgado, presidente del Colegio de Notarios de Coahuila.
Recordó que el mes con mayor demanda para tramitar este papel es septiembre, cuando por años, se ha decretado como mes del testamento, pero en el resto del año cada notario sólo realiza dos o tres.
Aplaudió las campañas y los esfuerzos de los gobiernos por arraigar esta cultura, pues las estadísticas de trámites únicamente suben cuando se hacen descuentos a las personas o el trámite es obligatorio.
Por ejemplo, las oficinas de la Tenencia de la Tierra obliga a quien desee escriturar a contar con un testamento, mientras que en el mes de septiembre se cobra tasa cero a soldados, policías y Protección Civil, además de que se otorga 50 por ciento de descuento a los adultos mayores.
En la entidad, hay poco más de 260 notarias donde se entregan de dos a tres papeles con el “último deseo” del cliente cada mes (sin contar septiembre) y la mayor parte se concentra en grandes ciudades como Torreón y Saltillo.
Resaltó que los costos por este trámite no son muy altos si la persona considera que evitará problemas a futuro a su familia, pues en Saltillo algunos notarios cobran mil pesos por testamento, mientras que en la frontera se tasa en 700 pesos y en Torreón vale hasta mil 500.
Enfatizó la importancia que tiene un testamento en la vida de los descendientes, debido a que en el futuro en caso del fallecimiento los bienes pasan a ser una pelea o litigio que lleva a la separación e incluso, una desintegración familiar. María Dávila dijo que ya preparó la sucesión de sus pertenencias.
Dijo que la última voluntad no es exclusivo de gente adinerada, pues se debe dejar en regla desde acciones, derechos, tutelas y bienes a los que tiene acceso cualquier persona.
Abundó que las personas no tienen que estar viejas o enfermas para acudir con un notario, debido a que los interesados pueden dejar definido el destino de su patrimonio desde que son mayores de edad.
Falta promoción
El presidente del Colegio de Notarios de Coahuila explicó que a nivel nacional septiembre es el Mes del Testamento y los notarios disminuyen su cuota para promover la cultura patrimonial.
En 2014, se generaron más de dos mil testamentos, pero en 2015 fueron únicamente 200, aunque desconocen el motivo de esta baja.
Para 2016 la cifra subió un poco y se tramitaron alrededor de mil, por lo que consideraron urgente dar un mayor impulso a esta práctica. Además, el trámite será gratuito para los integrantes de las Fuerzas Armadas, situación que se repetirá para personas que no puedan pagar y estén jubiladas o pensionadas.
Lo que debe saber
El testamento público abierto es un acto por el que alguien designa ante un notario a las personas que a su fallecimiento serán dueñas de sus bienes y propiedades, convirtiéndose en los legítimos herederos.
Este papel debe ser redactado por el interesado, siempre y cuando esté en uso de su capacidad mental, conciencia y libertad. Nadie puede hacerlo por un tercero y no se podrá tramitar si el testatario pierde sus facultades mentales.
Además, ninguna carta o documento (aún cuando lleve la firma del interesado) sirve para transmitir su voluntad al momento de su muerte.
El testamento otorgado ante notario público es la única forma legal y segura para designar a los herederos. La distribución pensada y adecuada de una herencia beneficia a todos los involucrados.
En el caso de la persona que hace el testamento, esto le permite dejar en orden la transmisión de su patrimonio y, si fuera el caso, en manos de quién deja el cuidado y educación de sus hijos menores de edad, designándoles un tutor.
Por su parte, el documento facilita el trámite sucesorio y ahorrar tiempo y dinero en el proceso de adjudicación. Generar el testamento durante septiembre cuesta alrededor de mil pesos.
Es importante poner esta cifra en perspectiva al compararla con un juicio sucesorio que puede tardar meses en resolverse, a lo que se suman los honorarios de abogado, especialmente cuando hay conflicto entre los herederos.