En Coahuila se sacrifican hasta 4 mil caballos al año para el consumo humano en dos rastros, uno en Saltillo y otro en Villa Unión, exclusivamente para su venta en el extranjero, informó ayer el director de Fomento y Regulación Sanitaria de la Secretaría de Salud, Francisco Picazo Castro, con base en cifras de líderes ganaderos.
Picazo Castro aclaró que el consumo de carne de equino no está prohibido en mercados y carnicerías locales, pero que aún existe en la población el tabú sobre su consumo.
“Hay una cultura muy arraigada entre la ciudadanía, que no se atreve a consumirla”, manifestó.
Dijo que de acuerdo con los permisos otorgados a rastros en Coahuila, existen centros de sacrificio de equinos en Saltillo y en Villa Unión.
“En el estado tenemos dos rastros que tienen sus permisos otorgados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), pero la carne no se consume en México, sino que se exporta”, reiteró el funcionario.
Subrayó que las carnicerías pueden ofrecer el producto siempre y cuando no se engañe al consumidor, es decir, que se marque y etiquete correctamente advirtiendo que la carne exhibida es de caballo y que proviene de un rastro certificado.
Aunque el control de la producción no es competencia de la Secretaría de Salud, aclaró que la dependencia verifica que la carne sea apta para el consumo humano.
Señaló que los caballos para el sacrificio provienen de Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León y la carne que se obtiene se exporta principalmente a países de Asia.
OPB