Es momento de buscar una reglamentación para edificar viviendas más seguras y enfrentar los embates de la naturaleza, señaló el arquitecto Juan Fernando Pérez Charles, quien es actualmente director de Desarrollo Urbano del Municipio de Saltillo.
Dijo que, sin ánimo de ser alarmistas, se debe voltear a revisar las edificaciones anitguas, sobre todo los grandes edificios o megaestructuras para tener una radiografía y realizar una corrección preventiva.
Lo anterior, al asegurar que en caso de sismo estas viviendas podrían no ser estructuralmente adecuadas, pero que se puede corregir al invertir cada particular en la revisión y corrección de su propiedad.
Reconoció que pese a que no es zona de grandes sismos, la naturaleza cada vez presenta situaciones más inesperadas, por lo que aseguró que es momento de voltear a definir una reglamentación que vaya con los tiempos futuros para evitar catástrofes como las ocurridas en los estados que sufrieron con los terremotos de este mes.
Por ello, comentó que se realiza un trabajo preventivo, apegado al Atlas de Riesgo, donde no se permiten construcciones en laderas, faldas de la sierra, cauces de arroyos o caminos de agua.
Refirió que actualmente toda construcción de fraccionamientos debe ir acompañada de un dictamen de Protección Civil y que sin éste no se otorgan licencias.
Además, las construcciones mayores a mil metros cuadrados deben tener el dictamen de Protección Civil, un cálculo estructural y licencias con responsiva de un director de obra. Sobre la necesidad de nuevas reglas para las construcciones, aseguró que es necesario estar preparados desde las modificaciones a la ley de asentamientos humanos, la ley estatal y los reglamentos de construcciones para soportar los efectos del cambio climático.
Sobre la vivienda más segura en la región insistió que primero se deben estudiar las estadísticas en la región para proyectar a futuro, ya que se cuenta con placas estructurales más seguras que han modificado las viviendas.
Explicó que, al no ser una zona sísmica, el terreno en la ciudad tiene seis kilos por centímetro cuadrado, lo que es bastante benévolo para la construcción de edificios. Mencionó que los proyectos más viables son los amigables con el medio ambiente, pues aportan a minimizar el cambio climático.
¿Saltillo soportaría un sismo?
Alertó que es poco probable que las viviendas antiguas soporten un movimiento sísmico intenso. “Habría que revisarlo, yo creo es interés de los propietarios, ya que es momento que todos volteemos a ver, sin hacer de esto una situación caótica ni alarmante, sino de prevención, sobre todo en las grandes construcciones”.
Comentó que se debe revisar si las viviendas han tenido afectaciones con el tiempo por el reacomodo de las capas, y que esto nos enseñe a hacer mancuerna como sociedad y gobierno para protegernos.
¿Qué dice la ley?
La Ley de Aguas Nacionales considera como propiedad federal todo terreno de hasta 10 metros paralelo al cauce de ríos, arroyos o lagunas, y para construir se requiere un permiso especial que no ponga en peligro a las personas.
El reglamento establece que será la Comisión Nacional del Agua (Conagua) quien llevará a cabo las acciones necesarias para evitar que las construcciones de una obra alteren desfavorablemente las condiciones hidráulicas de una corriente o pongan en peligro la vida de las personas.
La Conagua entonces tiene la facultad de demoler las obras o viviendas del infractor, además de aplicar multas.
¿Hogar vertical?
Vivienda vertical es un programa que el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) promueve en Coahuila, y que por el momento sólo está disponible en Saltillo y Torreón, informó Andrés Osuna Mancera, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi).
Explicó que esta propuesta consiste en aprovechar los espacios pequeños y desarrollar un complejo hacia arriba con casas de dos o tres pisos y que pueden ser financiadas con créditos de Infonavit.
“Es un proyecto muy interesante, pero estamos viendo que funcione, porque funcionan cuando no hay terrenos”.