Saltillo, Coahuila / 22 Marzo del 2018
Por : David González
Foto: Mario González
A orillas de un cerro en la Colonia El Tanquecito, por donde pasa el ferrocarril, mañana tarde y noche se puede encontrar a una generación de adultos que fueron atrapados por las drogas.
Ese ambiente de drogadicción quiere alejarlo de la mente de los niños y jóvenes de las colonias aledañas el ex boxeador amateur Iván Mata Márquez quien busca el apoyo de las autoridades municipales y estatales para equipar un improvisado gimnasio en un terreno baldío de dicho sector popular.
Al salir de su trabajo en una fábrica y después de cumplir una jornada de más de ocho horas y sin que lo perturben los constantes cambios de turno, Iván lejos de ir a su casa acude al lugar conocido como “El Terreno”, un predio de no más de 5 metros cuadrados sin el “firme”, en el que poco a poco ha conseguido sacos y guantes usados para entrenar a sus pupilos.
Este proyecto que busca convertirse en Gimnasio de Box está asentado en la calle Francisco Villa de la colonia El Tanquecito al poniente de la capital.
En este alejado rincón de la ciudad, Mata Márquez ha podido reclutar de 15 a 20 “chavos” que acuden diariamente al “El Terreno”, para aprender algo del deporte de los golpes.
“Yo decidió comenzar este proyecto en diciembre del año pasado, junto con mi vecino Francisco quien me prestó este terreno para convertirlo en gimnasio y donde entrenamos a partir de las 19:00 horas ya que muchos trabajan en la obra y no pueden más temprano”, contó.
Mencionó que este sueño nació luego de ser parte de los niños y jóvenes atrapados por las drogas, por lo que empezó a entrenar box y salió así adelante a una vida más sana y alejado de toda tentación para recaer.
“Yo lo que busco es que alejar de esos vicios a nuestras nuevas generaciones. Aquí en el Tanquecito ves a la raza que ya no se drogan con marihuana o con el chemo, sino que ya están clavando con químicos más fuertes como el cristal que los deja en pocos meses como esqueletos”, señaló.
Con aparatos y equipos “hechizos” salen adelante.
En estos meses los jóvenes y niños entrenan con un juego de mancuernas hechas de un vaciado de cemento en botes de aluminio , mientras que para el peso muerto utilizan una pesa de mayor tamaño de botes de leche de fierro.
Como costales para el sparring, utilizan uno comprado usado en el mercado de la Guayulera que fue rellenado con garras y un par de llantas colgadas en las que golpean los futuros pugilistas en su entrenamiento a diario.
“A partir de las 7 de la tarde aquí estamos y hemos logrado atraer chavos de la Minita, Nueva Patria, Guayulera y aunque a veces no traigo dinero, trato de conseguir cosas usadas que sirvan para entrenar o las adapto yo mismo”, señaló.
Dijo que los fierros y los costales para golpear él los puede hacer, pero que los guantes de boxeo son los que son difíciles de conseguir por lo que lanzó un llamado para apoyarlos.