Saltillo, Coahuila / 4 de Marzo 2020
Por: David González
Como un problema de salud pública es como calificó la directora de la primaria Ignacio Zaragoza, Rosalba Navejas, el riesgo en que se encuentran más de 400 niños de este plantel que se ubica en la colonia Cerritos, en Saltillo, luego que esta escuela ha quedado junto a un arroyo de aguas negras y un terreno usado para mantener animales de granja que propician la aparición de especies nocivas.
La docente platicó cómo día a día los niños y maestros tienen que aguantar los olores de estas marraneras, además de respirar la tierra y aire contaminado con heces de animales.
Durante un recorrido realizado por Capital Media por el mencionado sector, se pudo constatar la situación que prevalece en la periferia de esta institución que a decir de la docente, cuenta con casi medio siglo de existencia en el sector.
Pese a que al interior del plantel, el personal de limpieza, maestros y niños realizan brigadas de higiene y mantienen sus espacios despejados de basura, al exterior y en la parte posterior se pudo ver gran cantidad de desechos que son arrastrados y se acumulan en la barda de la escuela.
ESTABLOS CONTAMINAN AMBIENTE DE ESCUELA
A tan solo unos cuantos metros del patio trasero de la primara Ignacio Zaragoza, se encuentra un terreno bardeado a medias, que en su interior se mantienen animales de granja, desde caballos, chivas, marranos, entre otros.
Esta situación, a decir de Rosalva Navejas, provoca en la temporada de calor que está por comenzar, una situación inaguantable para los 400 niños que soportan todo el turno entre malos olores y moscas.
Junto a los corrales está un terreno invadido por la maleza que desemboca en un arroyo que arrastra aguas negras y que contribuye a aumentar la contaminación en este lugar.
“Se llevaron a cabo gestiones ante la Presidencia Municipal para solicitar la pavimentación de la calle que está en la parte de atrás de la escuela ya que se acumula mucha basura”, comentó.
Reconoció que aunque las temperaturas altas aún no se dejan sentir, ya empezó a afectar de nueva cuenta el ambiente viciado que emanan de los establos y los desechos acumulados atrás de esta institución.
“Por su puesto es un problema de salud, aunque hagamos campañas de limpieza, por lo que el llamado a las autoridades es que nos brinden apoyo y entre todos mejoremos este ambiente”, expresó.
Cabe señalar que estos corrales también contamina uno de los accesos del parque ecológico La Aurora, por donde cientos de niños acuden a entrenar tiro con arco y diversos deportes.