Entrampa el ayuntamiento la negociación con farmacéutica

El Ayuntamiento de Saltillo no ha podido llegar a un acuerdo con la empresa farmacéutica Profarma, a la que debe 12 millones de pesos, lo que ha complicado la contratación de otro proveedor para cumplir con el servicio médico a los derechohabientes, señaló Gabriela Córdova González, secretaria de Conflictos del sindicato de trabajadores del municipio, quien agregó que mientras el alcalde “desaparece” de la presidencia los empleados siguen padeciendo su indolencia.

Córdova González comentó que López Villarreal se comprometió desde la semana pasada a resolver la situación, que se ha agravado desde mayo pasado debido a la falta de medicamentos, pero no logró ningún acuerdo.

Denunció la negligencia del Presidente Municipal al no priorizar temas estrechamente relacionados con las obligaciones de las autoridades municipales.

“Si están enfermos, los trabajadores no pueden cumplir con su obligación de asistir a su centro laboral, y si no lo hacen, los funcionarios tampoco pueden hacer la chamba. Debería reparar en eso, en la necesidad de mantener sanos a sus colaboradores y no dejarlos en completo abandono como lo ha hecho”, manifestó la funcionaria sindical.

La semana pasada, el alcalde Isidro López Villarreal informó que el ayuntamiento resolvería el conflicto mediante un convenio con Cobisa para que proveyera medicamento a los consultorios municipales.

Sin embargo, el edil también reconoció que no era definitivo, pues primero debían finiquitar el adeudo de 12 millones con Profarma, lo que tiene entrampada la solución definitiva para cubrir las necesidades de 21 mil derechohabientes que requieren medicamento, sobre todo controlado.

Córdova González dijo que se improvisó una nueva farmacia en la que sólo se surten antigripales, antiácidos y analgésicos, pero no medicamentos controlados como los que requieren pacientes con tratamiento de diabetes, presión arterial, neurológicos y de cáncer.

La Secretaria de Conflictos del sindicato pidió al edil resolver el problema antes de que se le salga de las manos.

“Luego empiezan a decir que es político. Que no engañen, es un problema que ellos mismos han dejado crecer y al rato, como el paro de labores de los recolectores de basura, no van a poder resolver”.subrayó.