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3 de mayo de 2025
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“El que canta, ora dos veces”

“El que canta, ora dos veces”
  • mayo 2, 2025

Zarza Aguilera

En una esquina de la colonia La Aurora, en Saltillo,  el tiempo se detiene cada vez que el Coro del Sagrado Corazón de Jesús entona sus cantos. Con 55 años de trayectoria, esta agrupación no sólo ha sido un refugio de fe, sino también una familia que ha crecido, envejecido y resistido junta, llevando el poder de la música litúrgica a generaciones enteras.

Fue un Sábado de Gloria en 1970 cuando, impulsados por el padre Raúl Reséndiz y una comunidad de matrimonios, nació este coro que hoy permanece más vivo que nunca. “Se formó con señores que sabían tocar instrumentos, señoras, jóvenes, niñas y niños… y ese fue el origen de nuestro coro”, comparte Gerardo García Granados, actual coordinador y orgulloso integrante del grupo.

Hoy en día, el coro cuenta con 15 integrantes, todos hombres, que mantienen vivo ese compromiso que cada domingo se hace presente en las misas de las 8 de la mañana y 6 de la tarde. “La receta de estos 55 años ha sido la fraternidad. Todos somos conocidos, de aquí mismo. Siempre ha habido buena armonía entre nosotros”, dice Gerardo con una sonrisa que refleja años de servicio y entrega.

El pasado Sábado de Gloria, aunque la celebración se pospuso una semana por motivos litúrgicos, el aniversario fue conmemorado con emoción. Una placa en la parroquia recuerda este legado que, lejos de apagarse, sigue iluminando con fuerza.

Para María de la Luz Gloria García Sánchez, una de las fundadoras, menciona que el coro ha sido un llamado de vida. “Lo iniciamos en esta capilla con mucha euforia, mucho amor por cantarle al Señor. Gracias al padre Reséndiz y al grupo de matrimonios cursillistas, comenzó esta hermosa historia. Íbamos con alegría a cantar a misas fuera, a ranchos, a otras iglesias… nos decían que cantábamos con el corazón, y eso nos hacía muy felices”.

María de la Luz recuerda que nunca hubo conflictos dentro del grupo, sólo apoyo y entusiasmo. “Nos aconsejábamos, nos animábamos. Decíamos: ‘ándale, no faltes tú, tú nos haces falta’. Éramos una familia. Aunque hoy nuestras voces ya no son las mismas, seguimos cantando con el corazón”.

Tomasita Tovar Calderón, otra de las integrantes fundadoras, comparte el mismo sentir: “Es un gozo y una alegría que los muchachos sigan adelante con ese legado… porque el que canta, ora dos veces”.

A lo largo de su historia, el coro ha sido cuna de niños que hoy son profesionistas, madres de familia, abuelos. Y aunque muchos ya no están, sus voces siguen resonando en cada misa. “Estamos en la edad del sexto piso, como decimos… pero esperamos que los jóvenes que vienen detrás continúen esta tradición tan bonita. El coro está abierto para todos: jóvenes, hombres, parejas. Quien quiera, es bienvenido”, dice Gerardo.

Los ensayos continúan cada viernes, en casa o en el salón parroquial cuando el frío lo exige. Porque mientras haya fe, y mientras haya una voz dispuesta a cantar, el Coro del Sagrado Corazón de Jesús seguirá orando dos veces.