El festejo del PRI se torna tenso

La sede de Coss- bulevar donde se encuentra el cuartel priista estatal-, fue acuartelado prácticamente por la fuerza del estado, ahora llamada Fuerza Coahuila con vallas y filtros de policías de uniforme y civiles que acordonaron prácticamente a un kilómetro a la redonda “a discreción”.

La cita estaba programada a las 18:00 horas en la explanada del a sede estatal del PRI, a donde fue convocado toda la estructura priista desde funcionarios, exfuncionarios, ganadores y perdedores de la contienda y sin faltar la militancia de las colonias que arribaron desde las 17:00 horas.

Sin embargo ni las decenas de camiones que fueron utilizados para concentrar a la gente en lo que sería la verbena popular, fue suficiente para llenar el escenario como en años anteriores y que fue opacado en número por la mentada marcha.

El evento se planeó a la vieja usanza priista, sin que el sol de la tarde de más de 30 grados, fuera motivo para aglutinar a aproximadamente 4 mil gentes procedentes de varios puntos de la entidad.

En el recinto priista ya los esperaba el grupo musical con canciones de la sonora para disimular el enrarecido ambiente donde se repartió desde cachuchas, camisetas y banderines que una que otra lideresa se atrevió a decir “Por si los azulillos llegan a pasar por aquí pos con esto mero nos los echamos”, refiriéndose a los palos de las banderas tricolores del partido.

Dieron las 18:00 horas y el candidato no llegaba, lo que hacía pensar que era de manera intencionada para que pasara lo más peligroso el contingente de la marcha vecina.

En los alrededores todo era tensión, pues la Fuerza Coahuila tendía la encomienda que nada ni nadie opacara el festejo por lo que se montaron vallas hasta el puente por donde pasarían los que reprobaban el triunfo del priista Miguel Ángel Riquelme.

A las 19 horas, la marcha pasó a unos cuantos metros de la sede del PRI, pero fue conminada a no desviar su camino, mientras que el color volvía a los organizadores del festejo del tricolor.

Finalmente a las 19 horas con 10 minutos, como si estuvieran aguardando que la tempestad pasar, arribaron cerca de seis camionetas al mitin del PRI de donde descendieron el autoproclamado ganador a la gubernatura por el PRI Miguel Ángel Riquelme Solís acompañado del Presidente Nacional del PRI Enrique Ochoa Reza.

Fue en ese momento en que se cambió el discurso para pasar de virtual ganador de la gubernatura a “próximo gobernador de Coahuila”, señalaron en sus intervenciones el líder del PRI y el candidato priista.

Hemos oído al candidato de los azulillos como mal perdedor que se le ha sumado candidatos de Morena e independientes pero la suma de múltiples candidatos perdedores y de amigos de los azulillos no da un candidato ganador; el único candidato ganador es Miguel Riquelme”, expresó Ochoa Reza.

Aseguró que defenderá el voto de los coahuilenses y que darán puntual seguimiento a la revisión de votos y resultados finales de este miércoles para proclamar a Miguel Riquelme como nievo Gobernador de Coahuila.

“Aquellos que quieren dividir nos mantendremos unidos con el pueblo de Coahuila y a quienes quieren el conflicto poselectoral nosotros garantizaremos la paz, la inclusión y la unidad”, advirtió.

Por su parte Riquelme Solís dijo que este acto era una celebración anticipada de su triunfo, pero que el domingo convocará de nuevo a la militancia priista para que con el acta de mayoría celebrar ahora si el triunfo.

Hoy reconocemos una elección en la que trabajamos todos los coahuilenses y ya hay un resultado y un ganador, por lo que esperaremos el día de mañana (miércoles) para que se acaben de convencer que ya perdieron la gubernatura”, señaló.

Finalmente y con menos de una hora de discursos, los candidatos y líderes priistas se despidieron no sin antes prometer que regresarán este fin de semana con el acta de ganadores por parte de la autoridad electoral.