Saltillo, Coahuila / 26 Febrero 2018
Por: David González
Foto: Mario González
El salir de su casa a la escuela y regresar sin nadie encontrar quién lo atendiera llevó a Marcelino N. a dejar atrás sus obligaciones como estudiante de segundo grado de secundaria para buscar pertenecer a un grupo de “amigos” en la calle que lo llevaron a experimentar con diversos tipos de drogas.
De padres divorciados y medio atendido por la abuela luego que su madre pasara turnos mixtos en la fábrica, el aún adolecente, que no pasaba los 13 años, comenzó a inhalar thiner, probar cervezas y terminó fumando marihuana.
Los 22 pesos que le daban para la combi no le fueron ya suficientes para pagarse el vicio y comenzó a caminar para ahorrarse ese dinero e invertirlo en conseguir algunas “bachichas”, como le decía él, de carrujos de marihuana, al grado de llegar a requerir hasta 500 pesos para costear su adicción.
De los robos al bolso de la abuela y a la madre pasó a los asaltos a los estudiantes más pequeños hasta llegar a pedir “para la combi” a los transeúntes en el centro para poder pagar la droga en la que ya estaba atrapado.
Marcelino pasó meses internado en el antes Centro de Reclusión para menores y que ahora es conocido como tutelar o comunidades para adolescentes en conflicto con la ley.
Sin embargo, el futuro del ahora joven, que busca dejar su pasado atrás, es incierto ante la falta de programas para no reincidir luego de regresar a un entorno que fue culpable de la falta de un vínculo familiar que lo hizo buscar malas amistades como su única compañía.
Según el Censo Nacional de Gobierno Seguridad Pública y Sistema Penitienciario del 2013, se tuvo una cifra de casi 5 mil niños y niñas internados en algún tutelar para menores por delitos que encabezaba el homicidio, lesiones, secuestro, robo en tosas sus modalidades y violación, en ese orden.
Alfonso Zamora Salas, Magistrado del Tribunal de Apelación Especializado en Materia de Adolescentes, dijo que los delitos cometidos por menores de 18 años y mayores de 12 han cambiado sobre todo en los últimos años en Coahuila.
Resaltó que las adicciones y el delito están relacionados y se contaba hasta el año pasado detenciones e internamiento de adolescentes por “halconeo”, narcomenudistas y delitos relacionados con la venta de drogas.
El magistrado comentó que actualmente se tiene una población aproximada de 30 menores en situación de conflicto con la ley en el único consejo tutelar de menores que queda en la entidad y que está en Saltillo. De éstos, tres son niñas.
“La Constitución en su artículo 18, así como su Ley Reglamentaria de Justicia Penal para Adolescentes dice que toda persona persona menor de 18 y mayor de 12 serán sujetas a este ley, y por lo tanto no serán sujetos a sanciones penales como los adultos”, explicó.
Dijo que a raíz de las modificaciones a la ley para adolescentes se tiene una pena máxima de cinco años de internamiento para todo menor de 16 a 18 años mientras que los menores de 16 años y mayores de 12, sólo pueden ser recluidos por tres años, independientemente de los delitos que cometió.
Reconoció que la reincidencia queda lejos de poder darle un seguimiento pues al salir de su internamiento algunos alcanzan la mayoría de edad y pasan a otro sistema.
Lamentó que el 80 por ciento de los asuntos legales de adolescentes tienen que ver con el tema de adicciones.
El dilema, subrayó, es que no se sabe qué es lo que hará el adolescente tras terminar su internamiento, pues regresará a un entorno de desintegración que lo llevará a una posible reincidencia.
Sin embargo, dijo que antes se les daba un seguimiento tras su salida de seis meses pero existe la posibilidad de que se extienda más para conocer el futuro del joven.
Baja edad de consumo
El sector educativo reportó un caso de un menor en edad de prescolar con intoxicación por inhalantes y otro caso más de un niño de primaria que bajó la edad de consumo a un nivel alarmante en Coahuila.
La Directora del Centro de Integración Juvenil de la sede en Saltillo, Norma Alicia Pérez Reyes, subrayó que la edad de riesgo es de los 10 a los 19 años, ya que es una etapa en la que más se incide en experimentar con las sustancias.
Según la Encuesta Nacional de Adicciones se tuvo conocimiento según los nuevos estudios que bajó la edad de consumo a los 12 años de primer contacto con las drogas y también una mayor participación de niñas en el consumo.
“Si nos vamos al grueso de la población coincide que de los 10 a los 14 años está el 27.13 por ciento de los pacientes que atendimos y de los 15 a los 19 está el 40.76 por ciento, lo que coincide en la edad de alto riesgo”, señaló.
Recordó que durante 2017, el Centro Juvenil atendió 693 casos, pero lo más alarmante de los casos es que la marihuana está por encima de las sustancias más consumidas y los pacientes de primera vez se saltaron la experimentación con el alcohol, el cigarro o los solventes, que era con lo que anteriormente iniciaban.
“Lo que debemos interpretar es que ya no están ni siquiera las drogas de inicio que se consideraban, como el alcohol y tabaco, que son con lo que los jóvenes de 10 a 19 años inician desde primera vez con el estupefaciente”, señaló.
Agregó que a diferencia de hace cuatro años, hoy en el centro se reciben pacientes hasta de 10 años y de los 693 casos que se registraron el año pasado, 181 fueron menores de entre 10 y 14 años.
Sobre las causas que llevan a los niños y niñas a perder su inocencia por el consumo de las drogas, la psicóloga y terapeuta del Centro de Atención a las Adicciones dijo que tiene que ver el 100 por ciento de los casos con el entorno familiar donde no hay vínculos adecuados y regularmente buscan esa relación en un grupo de la calle o una pandilla que los lleva a probar sustancias ilegales.
“Uno de los factores del riesgo del porqué se inician en el consumo, es por la influencia que tienen en el grupo de amigos en relación a la conducta de una persona y si la familia no está cumpliendo con su función de crear un vínculo de atención, poner límites y dar toda la estructura que debe tener una familia, el adolecente se va identificar más en un grupo ajeno” insistió.
Dijo que desafortunadamente hay una relación entre el ser adictos y terminar siendo un delincuente por la necesidad de poder conseguir la sustancia y no tener la capacidad económica de costeársela.
Puso como ejemplo que de cada 30 casos que reciben por mes, 10 son canalizados por un Consejo Tutelar de menores para su atención y el resto por el sector educativo, donde los maestros los identifican y canalizan a terapias.
Resaltó que en el corte del 2017, el 50.36 por ciento de los pacientes son, por desgracia, estudiantes de tiempo completo del nivel secundaria.
Explicó que una terapia para quien experimentó por primera vez con las drogas es de por lo menos seis meses, pero que debe estar presente la familia para una recuperación integral.
“La familia también debe ir a tratamiento, afín de cuentas, el joven no es más que el síntoma de algo que está sucediendo a nivel de familia y que de alguna manera llegan por eso al consumo de sustancias”.
La Numeralia
30 adolescentes están internados en el tutelar para menores.
693 jóvenes con problemas con el alcohol, cigarro y principalmente consumo de marihuana atendió el CIJ en 2017
20% de los casos atendidos en el CIJ son personas del sexo femenino.
812 pacientes se atendieron en el CIJ durante 2016
La edad de riesgo es de los 10 a los 19 años ya que es la etapa en la que más se incide en experimentar con las sustancias.
El Apunte
El Centro de Integración Juvenil de Torreón reportó que el 80 por ciento de los jóvenes que atienden a fin de combatir su adición a las drogas son menores de 17 años, confirmó el titular, Rafael Mora Garza.
Añadió que mensualmente, el centro está atendiendo por primera vez a alrededor de 48 personas, de las cuales, 37 son menores de edad y que incluso han recibido a niños de 11 años que han llegado para tratarse alguna adicción.