Aumentos que van del 40 hasta el 100 por ciento han registrado la mayoría de los productos de la canasta básica, como el tan elemental huevo, frutas y verduras, las que ya no son tan demandas por las amas de casa por el alto costo que les representan para el gasto familiar.
Así lo pudo comprobar CAPITALMEDIA, durante un recorrido por los mercados de la ciudad, donde tanto los comerciantes, como los consumidores se quejan del impacto que ha tenido, desde el inicio del año, el incremento al precio de la gasolina.
Por ejemplo, mientras que hasta hace tres semanas el kilo de huevo al público costaba 29 pesos, ahora el precio se ubica en los 40, mientras que la tapa completa –con 30 “blanquillos”- pasó de costar 44 a 65 pesos.
“Nosotros lo compramos en el mercado de abastos, pero si nos suben el costo, nosotros tenemos que trasladarlo al consumidor, porque si no no hay negocio”, expresó Miguel Ángel Montañez, encargado de uno de los “locales” ambulantes más surtidos del Mercado Agua Chiquita, ubicado en la colonia Bellavista de esta capital.
Montañez aseguró que otros productos que también subieron como la espuma son el plátano, que aumentó un 100 por ciento su costo; de ocho pesos, ahora las amas de casa lo tienen que adquirir –si quieren consumirlo- en 16 o 17 pesos.
“Lo mismo pasa con la calabaza, que se incrementó el 50 por ciento el costo; antes lo podíamos vender a 19 pesos, pero ahora cuesta 30 pesos y así sucesivamente lo podemos ver con la manzana, la papa; producto básico, porque hay otros que cuestan mucho más, pero eso no lo compran mucho, como la uva”.
YA NO PODEMOS
Sobre el tema también se entrevistó a la señora Delia Campos, comerciante de frutas y verduras, quien señaló que el incremento a la gasolina les ha pegado “con tubo”.
“Si yo antes compraba una caja de nopales en 200 pesos, ahora tengo que pagar la doble. Ya no compran el kilo, más bien el medio kilo y adiós, pero si nosotros no logramos venderlo hay que guardarlo y ofrecerlo por otro lado”.
Delia Campos va al mercado de Gumosa, por la Central de Autobuses, pero, según comentó, está pensando en retirarse porque no le alcanza para comprar todo lo que debe vender.
“Traemos poquito, menos de cada cosa para que nos reditúe y aguantamos que la gente nos reclame, porque si no, tampoco compran”.
LA GENTE NO TIENE PODER ADQUISITIVO
Igual le pasa a la señora Yolanda Saucedo. “No sé si sea por el mes, que apenas empezamos y dicen que es la cuesta de enero. Pero a la gente ya no le alcanza. No hay poder adquisitivo y nosotros estamos esperando a que lleguen y compren, ya lo que sea”.
Aseguró que hay fruta como la manzana que casi cuesta 60 pesos, pero casi nadie la compra. “Debemos decir que también ha bajado el chile y el tomate, en 10 pesos el kilo o la cebolla en 18, pero pues no podemos comer solo eso: imagínese puro pico de gallo”.
Yolanda indicó que el gobierno debe frenar el alza a las gasolinas, si no quiere que la falta de dinero para comprar se convierta en un verdadero problema social.
Tortilla y gas, otro “imposible”
Mientras los ingresos familiares se han estancado en salario mínimo de 88.36 pesos diarios, el alza de precios provoca que caiga el poder adquisitivo, luego que el incremento del gas, gasolina, tortilla, huevo y carne, dejan sin margen de tener una buena canasta básica en la mesa de la clase trabajadora.
Tan sólo de uno de los principales alimentos que no puede faltar en la cocina, como es la tortilla, el precio que estaba en 13 pesos, en algunas partes del país subió hasta un 23 por ciento, y alcanza los 17 pesos por kilo en envoltura de papel.
La carne de res, que rondaba los 110 pesos el kilo para un bisteck o diezmillo, supera ya los 145 pesos en el corte mencionado pues si se busca sirlón, t-bone o molida, el kilo está en más de 150 pesos, un incremento de 24 por ciento.
Entre los demás productos de la canasta básica está el frijol que cuesta 30 pesos, el huevo que en algunos lugares ronda de los 40 a los 60 pesos por kilo, arroz en 16 y el azúcar alcanzando los 20 pesos.
Todo esto contrasta con el salario mínimo de 88.36 pesos que se fijó para este año y que sólo tuvo un incremento de 3.9 por ciento frente a los aumentos desmesurados de energéticos y productos de la canasta básica y de servicios.
COMBUSTIBLES GENERAN ESCALADA DE PRECIOS
Actualmente y frente a la liberación de los precios de los combustibles, como en el caso de las gasolinas magna y premium, que rondan los 16.37 y 18.27 pesos, se vislumbran aumentos que alcancen hasta los 20 pesos por litro.
Este aumento se deriva de la liberación de los precios que se dio desde el 31 de diciembre pasado donde los costos estarán sujetos ahora a factores de competencia como el precio del dólar, la distancia del servicio que encarece el costo de almacenaje y transporte del carburante.
Sin embargo un aumento también obliga a un efecto de escaladas en transporte, servicios, alimentos, y refacciones.
Por su parte las tarifas de luz estarán determinadas por la Comisión Reguladora de Energía en el que se prevé un incremento entre este mes a marzo de manera paulatina en lo que se analizan las variaciones del combustible y los costos de generar esta energía con combustibles fósiles.
COCINAR CON LEÑA O GAS
A finales de año. el precio del gas fue en aumento paulatino pues de comprarse un tanque de gas licuado, o LP, que es el que se usa comúnmente en los domicilios, en poco menos de 500 pesos, los costos hoy en día casi llegan a los mil pesos.
Como ejemplo se pudo ver hasta el día de ayer que un tanque de 10 kilos, que es el que se usa para los calentadores o para trabajar en las taquerías, y demás fritangas calientes, cuesta 206 pesos.
El de 20 kilos tiene un precio de 413; el de 30 kilos, 619, mientras que el de 45 está en 929 pesos, luego que el precio del gas licuado está ya en 20 pesos con 65 centavos.
Ante estos precios del gas, para la clase trabajadora significa gastar 10 salarios mínimos, es decir 10, días de su trabajo para completar para un tanque de gas de 45 kilos, que en casa para alimentar boiler y estufa duraría poco menos de dos meses.