“Dios me puso ahí”; heroína evita tragedia en el Sarape

Zarza Aguilera
El 16 de junio, una historia que pudo terminar en tragedia se transformó en una poderosa muestra de empatía y valentía. Una mujer de 37 años, originaria del ejido El Salero, intentaba lanzarse del distribuidor vial El Sarape, en Saltillo, cuando fue detenida a tiempo por una desconocida: Saraí Ugarte de Leija.
“Pensé que solo iba caminando, pero cuando vi que subía la barrera del puente, supe que algo no estaba bien. Le grité a mi esposo que se detuviera, y sin pensarlo me bajé del carro para alcanzarla. Dios me puso ahí”, relató Saraí, quien iba como copiloto en un vehículo que transitaba por la zona.
En el video que se hizo viral, se ve el momento en que Saraí corre desesperadamente y logra sujetar a la mujer, hablándole con palabras de consuelo.
“Me dijo que tenía problemas económicos y familiares. Yo sólo le pedí que se acercara a Dios, que buscara ayuda, que no estaba sola”, compartió con la voz entrecortada. “La vida es muy bonita, y aunque uno no conozca a la persona, hay que intentar ayudarla”.
Elementos de la policía municipal también intervinieron minutos después. La oficial Ángeles Alvarado y el agente Noé Isaac Venegas, al ver la situación, acudieron de inmediato y ofrecieron resguardo a la mujer en la unidad 1835. Posteriormente, fue canalizada con el Grupo Violetas para recibir atención psicológica.
“Le ofrecí apoyo para que se resguardara, ella aceptó y nos contó su situación. La convencimos de aceptar ayuda profesional”, señala el parte oficial.
Para Saraí, la experiencia fue profundamente transformadora: “Con ganas de llorar… Me duró como dos días el miedo. Imaginar que sí se hubiera aventado… Pero creo que dios me puso ahí”.
Al preguntarle qué mensaje daría a quienes atraviesan momentos oscuros, fue clara:“Busquen ayuda. Siempre hay alguien dispuesto a escuchar. No están solos. Acérquense a dios”.
También mandó un mensaje para quienes presencian situaciones similares: “No duden. Aunque no sepamos cómo actuar, a veces solo es estar ahí. Llegar en el momento perfecto puede hacer la diferencia”.
La historia de Saraí no sólo evitó una pérdida humana, también nos recuerda que en medio del caos, aún existen ángeles sin capa.