Adrián Ortiz Gámez, a quien la Auditoria Superior del Estado detectó irregularidades en el ejercicio de 78 millones de pesos durante su gestión como tesorero del Ayuntamiento de Saltillo, aseguró ayer que todo o casi todo quedó solventado en su momento, durante su comparecencia.
En un evento en el que acompañó al alcalde Isidro López Villarreal, el ex funcionario comentó: “ya estuve con el auditor, acompañado por mi abogado porque mucho de lo que se habla ahí tiene que ver con la ley de responsabilidades, y explicamos cómo y en qué se gastó el recurso”.
Agregó que esos 41 millones de pesos fueron para comprar el terreno donde se construirá el Biblioparque Poniente y que se ubica por la carretera a Torreón, además dijo que hubo un supuesto conflicto de intereses, pues decían porque los anteriores dueños son parientes de la Secretaria del Ayuntamiento, sin embargo; aseguró que comprobaron que eso nada tiene que ver.
Dijo que durante su comparecencia tuvo que responder a “ciertas” observaciones y asegura que entregó las pruebas y que ya no se le ha notificado de ninguna irregularidad.
“Comprobamos todo y también aclaramos los gastos por otros 37 millones que se referían a cuestiones de gastos por comidas. La auditoría pedía todo muy detallado”, dijo.
Comentó que no hay que buscarle mucho a su responsabilidad como tesorero porque ha demostrado que no hubo errores.
La ASE determinó que hubo conflicto de intereses en la compra de un terreno de casi 41 millones de pesos realizada por el ayuntamiento a familiares de la secretaria del ayuntamiento, María Alicia García Narro, en 2014, para la construcción del Biblioparque Poniente, situación que sanciona la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, Estatales y Municipales de Coahuila.
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