El ayuntamiento de Saltillo descontará el salario del pasado 9 de mayo a los más de 700 trabajadores que realizaron un paro para protestar por la falta de atención de las autoridades a sus necesidades y por las graves deficiencias en el servicio médico.
Los empleados que participaron en el paro, quienes se negaron a dar sus nombres por temor a sufrir represalias del alcalde Isidro López Villarreal, manifestaron que de nada valió sumarse a la falta colectiva, pues ya recibieron el primer golpe del edil por este motivo.
Los denunciantes comentaron que el acuerdo fue que se unieran todos los trabajadores a la suspensión de labores que se efectuó el martes, para presionar al presidente municipal para que satisfaga sus necesidades y que sobre todo mejore el servicio que presta la Dirección de Salud Municipal, pues batallan a diario para que se les dé atención.
Tampoco se les abastece de medicamentos, porque las farmacias están vacías debido a que el ayuntamiento no llega a acuerdos con los proveedores.
Lamentaron que a pesar de que el paro fue legítimo, ya perdieron el salario de un día y además se les obligó a reponerlo ayer, 10 de mayo, aunque el contrato colectivo lo marca como inhábil.