La salida de Bernardo Dávila Cárdenas de la Dirección de Salud Pública Municipal sólo refleja el desorden financiero que impera en el ayuntamiento, donde el alcalde Isidro López Villarreal no ha podido resolver el grave conflicto que afecta seriamente a los trabajadores, señaló la síndica Bertha Castellanos Muñoz.
“Las anomalías persisten desde hace mucho tiempo. A través de la Comisión de Salud que presido hemos solicitado información, la que de manera sistemática se nos ha negado”, agregó la síndica de minoría.
Indicó que como integrante del cabildo pidió al alcalde una investigación sobre la serie de irregularidades en las que incurrió el ayuntamiento y que derivó en una crisis del sistema de salud que no se ha resuelto.
“Hay asuntos que Isidro López Villarreal debe precisar, pero no lo hace porque tampoco hay un control. Está pendiente lo de la licitación para contratar un nuevo proveedor y lo de la renuncia del director, de la que no fui notificada, además de las cirugías plásticas que se pagaron a ex funcionarios de la administración”, expresó.