La gestión de Isidro López Villarreal heredará la deuda más grande en la historia de Saltillo, violando la Ley de Disciplina Financiera y dejando quebrada la economía para la siguiente administración.
De acuerdo con el reporte de diciembre, el Ayuntamiento de Saltillo presenta pasivos por 251 millones 700 mil pesos, de los cuales al menos 189 millones se encuentran en el rubro de proveedores y contratistas a pagar a corto plazo.
Con ello, López Villarreal pasaría a la historia como el alcalde que dejó la mayor cantidad de deuda en la historia de la capital, toda vez que sus antecesores, el también panista Rosendo Villarreal dejó 6 millones; Miguel Arizpe Jiménez, 15 millones; Manuel López Villarreal, panista y hermano del actual alcalde, 25 millones; Óscar Pimentel González ,38 millones; Humberto Moreira Valdés, Fernando de las Fuentes Hernández y Jericó Abramo Masso dejaron cero deuda pública.
Sumando el adeudo de los siete anteriores alcaldes se llega a la cifra de 84 millones; Isidro López dejará 298 por ciento más deuda en cuatro años que los exalcaldes en 21 años.
A esto habría qué sumarle el pago pendiente que dejará el municipio de 68 millones en laudos y de 28 millones por la prestación de servicios médicos del Hospital Universitario de Saltillo.
Transgrede ley
De acuerdo con el auditor superior del estado, Armando Plata Sandoval, Isidro López Villarreal violaría la Ley de Disciplina Financiera, ya que esta normativa estipula que los pasivos a corto plazo (deuda a proveedores) deben de ser liquidados al finalizar el ejercicio fiscal que corresponda y, en caso de no ser liquidados, el gobierno municipal está obligado a dejar bienes suficientes para que los adeudos sean liquidados con las utilidades de la administración.
“Esos adeudos deben ser fiscalizados y más al cierre de administración, de acuerdo a la Ley de Disciplina Financiera. El adeudo con proveedores y contratistas se tiene que pagar, con base en el superávit, para liquidar esos adeudos”.