Cuesta de enero… a empeñar los regalos

Rolando Espinosa
Apenas entró 2024 y comenzaron los problemas financieros para muchas familias saltillenses.
Es un fenómeno que se repite año con año: en los primeros días de enero, las casas de empeño comienzan a recibir a decenas de pignorantes dispuestos a deshacerse de las cosas que compraron o que recibieron como regalo de Navidad, como la pantalla, el celular y hasta las joyas.
“Todos, por la cuesta de enero vienen a solicitar los préstamos”, asegura Julio César Rodríguez, administrador de una casa de empeño en el centro, y dice, además, que este fenómeno se extiende hasta el mes de marzo.
Y es que los pagos de inscripciones, colegiaturas, impuesto predial y tenencias vehiculares, entre otras obligaciones, significan un duro golpe a los bolsillos, lo que obliga a los saltillenses a vender o empeñar sus bienes para mitigar las afectaciones de la ya conocida cuesta de enero.
El problema es que el empeño y los créditos financieros son una decisión muy seria que debe considerarse con precaución. Antes de dejar en prenda cualquier objeto, explore otras opciones y evalúe su capacidad de pago para evitar complicaciones financieras adicionales.
Doña Mary llegó hasta uno de estos negocios en el centro de Saltillo porque decidió dejar en prenda su máquina de coser para solventar gastos extraordinarios propios de la temporada: “Pues de pronto sí, si tiene uno un problema grande si nos saca del apuro”, señala.
Pero a doña Mary, por ejemplo, según las condiciones de su máquina, podrían prestarle apenas el 30 por ciento del valor del artículo, determinado por las mismas empresas, como lo señala Julio César Rodriguez, administrador de una casa de empeño, quien dice que los préstamos otorgados van del 30 al 70 por ciento, dependiendo del tipo de prenda y de sus condiciones.
En una empresa de empeño certificada a nivel nacional, por ejemplo, por una Smart Tv, JVC, de 42 pulgadas, esa que tiene un mes de uso, y que en el mercado tiene un valor aproximado a los 5 mil pesos, le ofrecerán apenas 2 mil 800 de préstamo, con un interés mensual de unos 200 pesos hasta por cinco meses.
Además, para desempeñar el artículo, si no se cubrieron las mensualidades correspondientes, el pignorante deberá pagar el monto de su préstamo más los intereses generados, si no, perderá la preciada pantalla.
Pero el articulo más común en los empeños es el teléfono celular. Si tiene que empeñar su iPhone 13, ese que le regalaron o que se compró con el aguinaldo, y que debió haber costado unos 16 mil pesos, recibirá como préstamo poco más de 11 mil, con un interés mensual de más de 800 pesos.
“Es que sales del apuro rápido, luego cae el dinero el fin de semana y vámonos otra vez, a recuperar el empeño”, dice Alexia Moncada, quien acudió para solventar gastos médicos.
Aun así, con los riesgos que esto implica, ante la necesidad de dinero en efectivo muchas personas optan por arriesgarse y dejar sus pertenencias en prenda.