El obispo de Saltillo, Raúl Vera, consideró que la semana de festejos al Santo Cristo de la Capilla fue extraordinaria. Agregó que el tema principal del novenario que se realizó como parte del festejo se concentró en fomentar una mejor actitud y denunciar las injusticias.
“La temática fue extraordinaria, que fue de las bienaventuranzas en donde se dibuja el verdadero sentido de la vida cristiana, que las son actitudes, mismas que se reflejan en la vida, y lo que nos ha dicho la temática del novenario esta semana es de que actúen”, dijo.
En la celebración, el sacerdote pidió a los feligreses utilizar la coherencia, pues no se puede vivir en medio de tanta mentira, injusticia, desigualdad e impunidad. Desde muy temprano los feligreses comenzaron a inundar las calles del Centro Histórico de Saltillo para concluir las festividades del Santo Cristo. Para ello, la Iglesia colocó una feria a escala en las calles del centro capitalino.
A las 13:00 horas se desarrolló la misa que puso fin el festejo con bailes y danzas. Apenas arrancaba la misa y los tambores comenzaron a sonar en la entrada de la iglesia, cuando el ruido ya era alto al aproximarse al altar, por lo que el obispo Raúl Vera decidió interrumpir y esperar que llegaran hasta el sitio que pretendían en la iglesia. Unos minutos después se escuchó el mariachi, pero el sacerdote pidió silencio.
Los milagros
El sacristán explicó los elementos milagrosos del Santo Cristo. Detalló que en el sagrario está una mula, que hace referencia al animal que cargó el cajón donde venía la figura.
En el lado superior derecho se hace referencia a la sequía que hubo en la década de 1950, y cómo las personas sacaron al Santo Cristo para hacer que lloviera en la ciudad. “La gente dice que lo sacaron y lo llevaron a un recorrido a la Alameda y lo regresaron a la Capilla.
Antes de llegar al templo, el cielo se comenzó a nublarse”. En 1722 la imagen se reblandeció y comenzó a despedir un aroma fragante. En ese tiempo cumplía muchos milagros, según los libros citados por el sacristán.