Por no tener colindancia con el mar, Coahuila está exento de enfrentar el ataque de un huracán, afirmó el maestro en ciencias en hidrometeorología y meteorología operativa, Doroteo Treviño.
“Jamás llegaría un huracán porque estamos hablando de velocidades de vientos cercanos al centro de más de 120 kilómetros por hora y para que eso ocurra tiene que tener el motor, y el motor es el mar, por lo que jamás llegaría uno a Coahuila”.
Reconoció que lo que puede llegar son los llamados remanentes de algún fenómeno de esta naturaleza que azote cerca de la entidad.
“Llegan sus remanentes de diferentes formas que como pueden ser centros de baja presión, sendas convectivas. Las bandas de nubosidad externas son las que llegan a Coahuila y han provocado lluvias y han provocado desastres”.
En relación a los tornados, precisó que la entidad tiene las condiciones necesarias para que se presenten como ha sucedido en años anteriores en Ciudad Acuña y Piedras Negras.
“Un tornado se forma cuando existe un centro de vorticidad positiva, es decir, cuando hay un punto de la superficie de la tierra en conjunto con atmósfera de muy baja presión y así se forma un remolino, para decirlo claro, derivado de la rotación que tiene el planeta y eso hace que la circulación de los vientos en la parte tropical y subtropical, que es donde está enclavado Coahuila, se puedan generar circulaciones en forma contraria a un reloj analógico”.
El académico precisó que los fenómenos tienen poca duración y eso se da en temperaturas altas y si hay humedad en los niveles medios de la atmósfera como para que se formen nubes de desarrollo vertical es como se de la mezcla para que se dé el tornado.
Mencionó que no hay un incremento en la frecuencia de los tornados que se presentan en la entidad y no tiene nada que ver el calentamiento global. Precisó que en la actualidad, la gente se entera cuando sucede de una forma más fácil y oportuna.