Pese a que recientemente declaró que sus elementos no tenían denuncias o quejas en su contra, el director de Seguridad Pública Municipal, Clemente Yáñez, anunció la baja de 23 policías.
Los oficiales fueron cesados tras ser acusados de abuso de autoridad y no haber aprobado los exámenes de control de confianza.
De los 23 elementos, 10 fueron dados de baja por las denuncias presentadas en su contra ante el Ministerio Público, la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Coahuila, la Procuraduría General de Justicia del Estado y ante la propia corporación municipal.
De acuerdo con el funcionario, los abusos que realizaron los elementos fueron por ingresar a domicilios sin orden de cateo o judicial, bajar a la fuerza de sus vehículos a los ciudadanos o ejercer violencia física al momento de las detenciones.
Tras ser cuestionado sobre la contrariedad de sus declaraciones de hace algunos días aseguró que sus elementos estaban “limpios”, el director de Seguridad Pública manifestó que en ese momento no tenía conocimiento de los procesos.
“No dimos a conocer con anterioridad las denuncias porque se estaban realizando las investigaciones, el haberlo hecho es como haberlos puesto en sobre aviso y así ellos encontrarían la manera de alterar las indagatorias o deslindar su responsabilidad”.
Finalmente, Yáñez Carrillo dijo que en estos momentos aún son investigados tres elementos de la Policía Municipal por estos delitos, por lo que no se descarta que dentro de los próximos días puedan ser dados de baja más oficiales.
Abusos de poder
En innumerables ocasiones los agentes de la Policía Municipal han sido denunciados por diversos casos de abuso de autoridad en contra de la ciudadanía e incluso han llegado hasta los disparos.
Verbigracia, el pasado 12 de mayo, elementos municipales protagonizaron un altercado con vecinos de la colonia Tersuras, al sur de la capital.
Los uniformados había acudido a atender un reporte de una riña y al arribar al lugar lo hicieron detonando sus armas de cargo para disipar la gresca.
Tras los disparos, los jóvenes huyeron y se refugiaron en un domicilio de donde fueron sacados a la fuerza por la policía local.