El obispo emérito de Saltillo, Francisco Villalobos Padilla, celebró ayer su 45 aniversario de investidura y fue ovacionado por cientos de fieles católicos en una misa celebrada en su honor en la Catedral de Santiago.
Villalobos Padilla dijo estar feliz por llegar a esta fecha importante para su vida religiosa, y conmovido por las muestras de afecto recibidas de los feligreses.
El Obispo emérito ofició la misa ayer junto con Raúl Vera López y algunos sacerdotes de la Diócesis de Saltillo, y en dicha ceremonia recordó momentos de sus 46 años de servicio episcopal.
“Hay que darle gracias a Dios de todo lo que nos permite vivir con alegría y con entusiasmo, la vida que él nos ha dado. Saltillo es mi casa y a los fieles les mando una bendición”, dijo.
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