“Casa, Hilo y Corazón”: Saltillo celebra el tejido y la memoria

Entre hilos y puntadas, Saltillo tejió historias, memoria y arte en el Recinto del Patrimonio Cultural de la Universidad Autónoma de Coahuila. Durante el conversatorio “Casa, Hilo y Corazón”, artistas, artesanos y colectivos locales mostraron cómo el bordado y el tejido, prácticas que durante siglos fueron domésticas y silenciosas, hoy se han transformado en expresiones de identidad, memoria histórica y compromiso social.
El conversatorio, en el que participaron Ana Isabel Reyna, miembro de Grafiti Tejido Coahuila; Francisco Javier Reyes, director de la Escuela del Sarape “La Favorita”; y Jeisel Hernández, artista textil, se estructuró en tres bloques, abordando desde el tejido en el hogar y su dimensión social, hasta su reconocimiento como arte contemporáneo y su papel en la construcción de identidad local. Jeizel Hernández, artista y diseñadora textil, compartió su trayectoria y cómo, a pesar de no tener referentes familiares en estas técnicas, encontró en el bordado y el tejido una forma de conectar con la tradición y con otras generaciones.
“El bordado me permitió desconectarme de las pantallas y reconectar con procesos más orgánicos, con el cuerpo y la emoción”, explicó. Destacó que su obra no solo busca la estética, sino también el mensaje y la memoria. Sus piezas han abordado temas de feminismo y resistencia histórica, tomando como inspiración, por ejemplo, a las artilleras chilenas, mujeres que durante la dictadura usaban el bordado doméstico como medio de comunicación y denuncia.
Ana Isabel Reyna explicó cómo el tejido ha trascendido el ámbito doméstico para convertirse en un instrumento de solidaridad y visibilización social. Desde confeccionar gorritos para niños con cáncer hasta crear cobijas para brigadistas voluntarios o realizar proyectos que sensibilizan sobre la sordoceguera, el tejido se convierte en un acto creativo y comunitario. También destacó la importancia de los amigurumis y muñecos tejidos en la infancia contemporánea, mostrando cómo estas prácticas se adaptan y dialogan con la cultura digital y los videojuegos.
Francisco Javier Aguilera, artesano y director de la Escuela del Sarape “La Favorita”, ofreció un recorrido por la historia y evolución del Sarape de Saltillo, uno de los textiles más emblemáticos de México. Desde su formación familiar y su aprendizaje como niño, hasta su trabajo actual dirigiendo la escuela y formando nuevas generaciones de tejedores, destacó la relevancia cultural de esta prenda como símbolo de identidad local y patrimonio mundial.
“El Sarape de Saltillo tiene más de cuatrocientos años de historia. Cada pieza refleja la herencia familiar, las técnicas centenarias y los materiales naturales, como la lana teñida con raíces y minerales que le dan sus tonos únicos”, explicó. Resaltó además que el sarape ha sido exhibido internacionalmente, consolidando el reconocimiento del arte textil mexicano en el mundo. El conversatorio también abordó la resignificación del tejido en un contexto contemporáneo, resaltando la importancia de honrar las técnicas tradicionales mientras se incorporan nuevas formas de expresión y narrativa artística.
“El bordado y el tejido pueden dialogar con temas actuales, feminismo, memoria histórica y comunidad”, explicó. El evento evidenció que el tejido no es solo un oficio o un pasatiempo, sino un archivo visual de recuerdos, emociones y tradiciones que conecta generaciones, transforma espacios domésticos y fortalece la identidad local. Además reafirmó la importancia de visibilizar y valorar el tejido y el bordado como parte del patrimonio cultural tangible e intangible de Saltillo y de México, mientras se promueve un diálogo entre pasado, presente y futuro a través de la creación artesanal.