Saltillo. Coahuial / 03 de Abril 2018
Por: Sonia Peréz
La bondad y el don por ayudar al prójimo de los saltillenses hace que la capital de Coahuila sea un atractivo para agrupaciones musicales huicholes como la de Samuel González Nazario quien llegó de manera temporal para dar colorido a las calles del Centro Histórico de la Ciudad y a través de su música sostener a su familia.
Aunque se apuesta en las banquetas de la calle Victoria, González Nazario, su hermano, su hija y su sobrino, los integrantes de este grupo familiar son cuidadosos de no invadir la banqueta de una franquicia estadounidense de pollo para no ser reprendidos por sus trabajadores.
“A mí me llama la atención porque la gente es nombre aquí, no es agresiva ni te responde mal, es buena gente el Estado de Coahuila; en Nuevo León y Durango nos responden mal y más abajo, en Nayarit es más agresiva la gente con nosotros, pero aquí son nobles y no saben maltratar, es lo que nos llama la atención”, señala.
Vestido con su camisa llamada en su lengua cawrri; su pantalón largo o huerruri; sus fajas de lana a las que conoce como juayame con las que sujeta el pantalón y ciñe la camisa a la cintura; sus bolsitas de manta denominadas coxiures, y la tuarra, una capa sobre el hombro y sus huaraches, González Nazario engalana la ciudad.
González Nazario vive de lo que logra recolectar con su música; su paso por Saltillo fue porque en otra ocasión, conoció la ciudad en un viaje a Monterrey; le gustó y se propuso llegar a quedarse, tocar para su gente y conocer junto con su familia.
“Conocimos Saltillo, porque era con el fin de llegar a Monterrey, conocimos los paisajes y la música, fuimos a observar y presentar nuestro idioma y nuestra lengua, que nos conozcan.
“Normalmente no te piden como otros estados las canciones, aquí no, aquí te dice la gente allí párate y sí te dan”, dijo.
La recepción no ha sido mala, pues considera que los habitantes de este lugar son más dadivosos que en Monterrey, la vecina ciudad de Nuevo León.
Don Samuel viene desde la comunidad Santa Catarina, en Jalisco en el municipio de Mezquitic, al segundo día de su llegada empezaron a trabajar solo para quedarse una o dos semanas.
Orgulloso de su cultura, su tradición y de su música, Don Samuel difunde sus raíces a través de las canciones de “La Danza del Peyote”, “El Elote”.