Ayunos son un ofrecimiento como un sacrificio a Dios: obispo de Saltillo

LESLIE DELGADO

Este miércoles de ceniza inició oficialmente la temporada de cuaresma para la religión católica. El obispo de Saltillo, Monseñor Hilario González encabezó la primera celebración litúrgica en la Capilla de Santo Cristo, donde enfatizó que el ayuno que se realiza en este periodo, es un sacrificio que se ofrece a Dios invitando a la feligresía a realizarlo de acuerdo a sus convicciones sin llevarlo al extremo. 

“Hay un ayuno estricto que se decía antes a ‘pan y agua’ se puede hacer, pero la recomendación es disminuir la cantidad o guardar ayuno total estricto hasta mediodía y después de esa hora comer alimentos. Hay que puntualizar que no es en contra de la salud es una ofrenda de que yo me privo de algo que tengo derecho que es el alimento para ofrecerlo a Dios como sacrificio, la abstinencia de carne no solamente es privarme de un manjar y de lo que me privo poder compartirlo con los demás”, expresó.

Subrayó que para este periodo de 46 días el prelado local promoverá el reencuentro de corazón con Dios y con Jesús; “empezamos este tiempo favorable para convertirnos de todo corazón y esto es importante porque a veces nuestra cultura es extrovertida o de apariencia y Jesús nos dice ‘métete en tu corazón, un camino cuaresmal de introspección de nuestra propia vida, de cómo estamos viviendo nuestra fue”, expuso.

Por otro lado, González García mencionó que para este tiempo litúrgico se llevan  a cabo misiones en las zonas ejidales y parroquias locales, esto luego de que por la pandemia se suspendieran dichas actividades, sin embargo aclaró que las visitas se realizarán cumpliendo los protocolos sanitarios. En cuanto a las representaciones de la pasión y resurrección de Cristo precisó que podrían regresar, pero no de manera masiva.