Víctor Barrón
La detección de un paciente de sexto grado de primaria por consumo de cristal en el Centro de Integración Juvenil de Torreón, el de menor edad atendido por el organismo en los últimos tres años, encendió focos rojos ante un fenómeno que denota falta de supervisión en los hogares por parte de los padres, manifestó Cecilia Martínez López, directora de la institución.
Se trata de un varón de 11 años de edad que fue detectado en julio pasado por maestros de su escuela.
El niño presentó consumo experimental por una sustancia como es el cristal, sin alcanzar todavía un problema de adicción.
Proviene el alumno de una escuela del sector poniente de la ciudad y en él se observaron cambios de conducta y rasgos que refieren omisión de cuidados.
Actualmente, el paciente recibe terapia tanto familiar, como individual.
Dijo Martínez López que el CIJ da servicio a pacientes a partir de los 13 años de edad, no obstante, cuando hay usuarios de menor edad se adapta el modelo de atención para recibirlos.