El sábado fue día de fiesta para el alcalde panista de Monclova, Coahuila, Gerardo García Castillo y su familia. Todo un acontecimiento: se casaba su hijo Gerardo –a quien llaman Tito—con Janeth, hija del regidor y ex candidato a diputado federal del PAN, Eduardo García Andrade, y eligieron celebrarlo en el Museo Coahuila-Texas, ubicado en lo que fue un hospital del siglo XVII, y la prisión de Miguel Hidalgo y demás líderes de la Insurgencia, por cuyo valor histórico, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), prohibió usarlo para la fiesta.
El asunto se hizo público días antes y, mientras el alcalde con la primera dama y sus dos hijos viajaban al enlace nupcial, transmitiendo su trayecto por Periscope, un usuario les mencionó la prohibición del INAH asumiendo que no harían uso del inmueble.
“Si así hubiera sido, pos lo hacemos en la plaza, papá”, terció el munícipe a los comentarios de su mujer y uno de sus vástagos.
El desafío y las festivas digresiones de la familia, fueron recuperadas por usuarios de Facebook que desde ayer sancionaron en las redes sociales la transmisión, luego de que, a lo largo de la semana pasada, el INAH fijó su postura.
El video inicia cuando la familia del alcalde viaja a bordo de una camioneta, ataviada de gala, rumbo a la celebración religiosa, según declara la primera dama monclovense y presidenta del DIF municipal, Patricia Esquivel Ibarra, quien saluda coloquial:
“¡Holi! Hoy se casa Tito, estamos bien felices” (sic).
Desde el asiento de atrás, Tito –que a lo largo de la transmisión luce reflexivo— dice:
“Un saludo para la prensa”, mientras sus padres le festejan la ocurrencia.
Su hermano, saluda y gesticula a la cámara, mientras su madre habla por teléfono.
Al cortar la llamada, la mujer nota un comentario de algún usuario de Periscope, sobre la prohibición del INAH.
El hermano del novio ataja:
“No se canceló la boda, no le hagan caso. Juro que sí se casa hoy. ¡Pedón! ¡pedón! …hasta las chanclas” (sic), anuncia mientras su padres ríen.
Sigue la primera dama:
“Ay no, sorry, no nos lo cambiaron (el salón)”.
“Puro chile que nos cambian”, añade el hermano del contrayente mientras el alcalde ríe a carcajadas y agrega por su parte:
“Y si hubiera sido así, pos lo hacemos en la plaza, papá”.
“O afuera de mi casa –añade la mujer—no pasa nada. Pero mi hijo, se casa porque se casa hoy”, para luego anunciar que van rumbo al enlace en la parroquia de Santiago Apóstol, la más antigua e importante de la ciudad.
Y Tito se casó con Janeth. Pese a la prohibición del INAH y la amenaza de multa, lo más granado del panismo coahuilense se dio cita en el enlace nupcial.
DGM/OPB