Saltillo, Coahuila / 3 agosto 2018
Por: David González
El Alzheimer y la demencia senil afectan a 10 de cada 100 adultos mayores de 65 años, y aunque la primera lleva a la muerte progresiva, ambas consisten en la pérdida irreversible de la memoria cuyos síntomas deben ser atendidos y tratados por especialistas para mejorar la calidad de vida de los pacientes, destacó Lucila Ruiz Múzquiz, directora del Hospital Geriátrico en Coahuila.
La funcionaria señaló que tan sólo en este centro médico especializado se tiene un padrón de 90 pacientes, adultos mayores con esta enfermedad que son originarios de varias regiones de la entidad, que acuden de manera constante para recibir atención.
Por eso, resaltó la importancia de la participación de la familia en la observación y cuidado de las personas que rebasan la llamada “edad de oro”, pues existen ciertos signos de alarma que puede ser el inicio de una demencia senil.
Expuso que en este verano se invitó a los niños, nietos de pacientes con esta enfermedad a trabajar con sus abuelos donde asistieron a ser parte de las terapias en el Hospital General para que aprendan como ayudar a sus abuelitos en casa.
Ruiz Múzquiz resaltó que se debe sensibilizar a la familia desde los pequeños para que conozcan y participen en las rehabilitaciones cognoscitivas en tareas que se les encargan a los pacientes en su hogar.
Destacó que en esta primera ocasión fueron 60 niños que aprendieron a ayudar a su abuelo, tío o pariente que es diagnosticado con Alzheimer.
“En la clínica tenemos 90 pacientes y con ellos se lleva un programa donde se ponen en práctica todas estas competencias y ayudar al adulto mayor para que este deterioro progresivo sea más lento”, dijo.
Aclaró que la demencia no se cura pero se puede trabajar con el adulto y con la familia para que el deterioro no se presente tan rápido.
Mencionó que la población de adultos mayores con problemas con demencia es muy grande pero que muchos no han sido diagnosticados.
Ante esto reiteró la importancia de estar pendientes a los diferentes signos de alertas como una constante desorientación del familiar, pérdida continua de la memoria y cuando el adulto no puede realizar o recordar algunas actividades cotidianas.
Apuntó que no se debe dejar sólo a una persona con algunos síntomas de demencia senil pues se pueden confundir en el exterior.
Por último la directora de este centro geriátrico invitó a la comunidad a llevar a las personas con algún signo de este tipo para que sea diagnosticado eficazmente por los profesionales y recibir la terapia adecuada.
APUNTE
La diferencia es que, en el caso del Alzheimer, éste degenera hasta provocar la muerte de la persona en la mayoría de los casos, mientras que la demencia no es causa directa de fallecimiento.