Saltillo, Coahuila / 20 julio 2018
Por: Martha Briones
La Poza de la Becerra, uno de los lugares más emblemáticos de Coahuila, único en el mundo por su reserva ecológica y considerado Patrimonio de la Humanidad, está a punto de morir ante la irresponsabilidad de la Comisión Nacional del Agua que se niega a frenar el desvío indiscriminado del agua de sus acuíferos, acusó la organización ambiental Pronatura.
El director general en la Zona Noreste, Mauricio de la Maza sostuvo que desde el 2016 la organización detectó que los ecosistemas del Valle de Cuatrociénegas están amenazados por la explotación ilegal de casi el 83 por ciento del agua que se produce anualmente en la Región y que son utilizados para uso agrícola y ganadero, pero que acaban con otras especies endémicas.
Según la asociación civil, desde enero de 2016 se inició el trámite para que Conagua relocalizara parte de un volumen de agua de la concesión de uso ambiental para llevarlo a la Poza de la Becerra que está a punto de secarse, solicitud que hasta el momento no se ha resuelto.
De la Maza acompañó este jueves al rector de la Universidad Autónoma de Coahuila, Salvador Hernández Vélez a las oficinas administrativas de la dependencia para entrar más de 53 mil firmas que lograron recolectar a través de una convocatoria lanzada en la Plataforma Charge.Org, para salvar de la depredación al Valle de Cuatrociénegas.
“La poza se encuentra en una fase avanzada de desecación por el mal manejo que se le ha dado, donde 20 productores concentran los títulos de propiedad que les autoriza a extraer el agua, pero estamos acabando con la vida”, dijo el rector al precisar que la Máxima Casa de Estudios se sumó ante la petición de ayuda que hizo la organización Pronatura.
Indicó que lo que piden es que se ponga orden y se aplique la ley, pues si el gobierno federal no actúa, el Oasis podría morir, como en su tiempo paso con Viesca, que hoy forma parte del desierto coahuilense.
El representante de Pronatura indicó que desde hace diez años se mantiene la extracción de altos volúmenes de agua en esa zona, tanto por canales a cielo abierto como por la nueva infraestructura, a tal grado que se ha perdido la mitad del flujo de agua.
“La Comisión Nacional del Agua atropella el derecho humano al medio ambiente sano, defendiendo intereses oscuros y ocultos, mientras oficialmente toma la bandera del cuidado al medio ambiente, por eso exigimos que las autoridades vayan más allá del discurso ambientalista y garanticen los caudales ecológicos donde realmente se necesitan”, subrayó.
Explotación ilegal