Derivado de las declaraciones del obispo de Saltillo, Raúl Vera López, en relación con los casos de pederastia, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) declaró ayer que mantiene una carpeta de investigación abierta ante la posibilidad de que surjan casos recientes de abuso a menores por parte de sacerdotes, informó el subprocurador Norberto Ontiveros Leza.
El funcionario explicó que lo dicho por Vera López hace un año y medio obligaron a las autoridades a llamarlo para que rindiera declaración sobre los hechos ante el Ministerio Público, sin embargo el Obispo alegó que la información la obtuvo bajo secreto de confesión, lo que lo eximía de dar datos contundentes.
Reconoció que si bien las propias leyes de la Iglesia piden a sus sacerdotes cooperar con las autoridades en este tipo de casos, el Código de Procedimientos Penales respeta el secreto profesional eclesiástico, que consiste en que la información adquirida en confesión no puede ser revelada.
“En su momento el Obispo fue llamado a declarar de manera presencial ante el Ministerio Público y aseguró que ya había hecho llegar los datos al Vaticano, pero ante las autoridades estatales no pudo hablar más al respecto”, reiteró.
No obstante, precisó que a partir de estas declaraciones, la PGJE dio con el paradero de una presunta víctima de abuso por parte de un sacerdote, resultando que 10 años atrás sufrió tocamientos, pero sin concretarse la violación.
“Dimos con una víctima que ahora es mayor de edad y que en su momento sufrió tocamientos por parte de un sacerdote, al que no denunció de manera formal, por lo que no pudimos hacer más al respecto, ya que al no haber penetración, el delito se convierte en atentados al pudor, que solo se puede castigar con denuncia de por medio”, aclaró.
Ontiveros Leza enfatizó que a la fecha la carpeta de investigación por casos de pederastia sigue abierta, por lo que cualquier víctima de abuso sexual por parte de sacerdotes puede acudir a denunciar.
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