De poco o nada sirvió la millonaria inversión que hizo el ayuntamiento de Saltillo a la calle Juárez en el centro histórico de la ciudad, pues la mayoría de las fachadas reparadas fueron vandalizadas con graffiti ante la indolencia de la propia autoridad municipal.
Ante las quejas ciudadanas, CAPITAL COAHUILA constató durante un recorrido que la mayoría de las viviendas y negocios establecidos en esta calle –todo el centro está así– lucen con pintas, que se presume realizan pandilleros en la noche, cuando no hay vigilancia policial.
De acuerdo con datos de la propia Dirección del Centro Histórico, que preside el arquitecto Marco Flores Verduzco, la inversión que se destinó de la calle La Fragua a la de Abasolo y de ahí hasta Matamoros para terminar en Arteaga, fue superior a los 15 millones de pesos.
Entrevistado al respecto, Flores Verduzco reconoció que no hay un programa para combatir o contrarrestar este fenómeno social que se ha agravado en el último mes y que incluso está dañando edificios históricos como la Catedral de Saltillo.
“Tenemos que aceptar que hay muchos lugares con graffiti y resulta imposible estar pintando cada vez que se detecta alguno, pues en cuestión de días luce igual”, explicó.
El graffitti no solo existe es en esa vialidad que ahora da mala imagen al centro, sino también en las recién remodeladas calles de Aldama, Allende, Padre Flores, Morelos, Victoria, Xicotencatl y Obregón.
Según Verduzco, la dependencia municipal a su cargo ha empezado a hacer un registro del graffiti “para monitorear si crece o disminuye cada mes”. Pero esta acción fue calificada por la regidora Mayela Hernández como “valemadrista”.
“¿Para que monitorea?, mejor que se ponga a trabajar para conservar el centro histórico para que aprenda a hacer un programa primero de vigilancia y luego de limpieza para quitar todas las pintas”, dijo la Hernández, presidenta de la Comisión de Desarrollo Urbano y Centro Histórico del cabildo local.
La regidora presentó en octubre de 2015 una propuesta para realizar un programa de conservación e imagen urbana del centro histórico, “pero, como siempre, se ignoró y se turnó a la Comisión de Ecología y Áreas Verdes, que no ha hecho absolutamente nada”, comentó.
“De lo que sí estamos seguros es de que el peor enemigo de la imagen urbana es el graffiti y se deben aplicar sanciones más severas a quienes atenten contra el patrimonio de los saltillenses”, subrayó.
De acuerdo con el Código Penal Vigente en Coahuila, quien sea sorprendido realizando pintas puede ser sancionado con cárcel, mientras que el INAH señala que deberá pagar multas que van desde 100 hasta 50 mil salarios mínimos quien graffitee monumentos o edificios históricos.
Foto: Mario González