El presidente Donald Trump dijo hoy “no tener idea” sobre la existencia de grabaciones de sus conversaciones privadas con el exdirector de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) James Comey, tras semanas de especulaciones que motivaron incluso la intervención del Congreso.
En un par de mensajes en su cuenta oficial de la red Twitter, el mandatario buscó poner fin a las teorías conspirativas que él mismo generó por la misma vía luego de que en mayo pasado sugirió la existencia de tales grabaciones, dos días después que destituyó del cargo a Comey.
“Con todas las recientes comunicaciones electrónicas reportadas monitoreadas, interceptadas, revelando filtraciones ilegales de información, no tengo idea si existen o no ‘grabaciones’ de mis conversaciones con Comey” indicó el mandatario en uno de sus dos mensajes emitidos esta tarde.
Trump aseguró: “yo no hice, y no tengo ninguna de tales grabaciones”.
La posible existencia de esas grabaciones afloró después que el propio mandatario aludió esta posibilidad en su menaje de mayo pasado, que fue interpretado por algunos como una abierta amenaza hacia el exjefe policíaco.
“James Comey, espero que no haya `grabaciones´ de nuestras conversaciones antes de que él las empiece a filtrar a la prensa”, escribió entonces el mandatario.
A partir de entonces, Trump y la Casa Blanca rehusaron aclarar el mensaje, pero eso no evitó al Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes pedir a la Casa Blanca entregar tales grabaciones, en caso de existir, poniendo como plazo este viernes para el cumplimiento de su solicitud.
Durante su comparecencia ante el Comité de Inteligencia del Senado tres semanas atrás Comey dijo que fue ese mensaje en twiter de Trump lo que lo convenció de la necesidad de filtrar a la prensa detalles de sus conversaciones con el mandatario.
Según Comey, durante uno de esos encuentros Trump le pidió que dejará de lado la investigación sobre la injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales y posible colusión entre miembros de la campaña presidencial de Trump y funcionarios rusos.