Al Centro Médico Regional de Orlando, situado muy cerca del lugar de la tragedia, fueron trasladados 44 de los 53 heridos en el tiroteo, lo que, según el equipo médico del hospital, permitió que fueran atendidos rápidamente y salvar sus vidas.
El médico Joseph Ibrahim explicó en rueda de prensa que cuando llegó al hospital “la sala de emergencias tenía pacientes en cada esquina” y comparó la escena con la que se ve en “una zona de guerra”.
El puertorriqueño Ángel Colón, superviviente de la matanza de Orlando, contó el horror vivido el domingo en el interior del club gay Pulse de Orlando cuando el estadounidense de origen afgano Omar Mateen comenzó a disparar a diestra y siniestra.
“Estabamos hablando y tiró el primer tiro, empezamos a correr, pero me tiró el tiro a mí, como tres veces en mi pierna derecha, me traté de parar, pero todo el mundo estaba corriendo encima de mí y me rompieron la pierna izquierda, no podía caminar”, contó en español Colón, rodeado de los doctores y enfermeras del Centro Médico Regional de Orlando donde fue atendido.
Cuando este joven puertorriqueño pensó que ya estaba a salvo, vio al asesino regresar al lugar donde él se encontraba para rematar con un tiro a las personas que se encontraban en el suelo de la discoteca.
“Pensé, soy el próximo. Soy hombre muerto”, recordó Colón, quien no se explica cómo logró sobrevivir a la matanza.
“Empezó a tirar tiros a los cuerpos que estaban en el piso, yo le miraba y le veía viniendo hacia mí, él tiró un disparo a una muchacha al lado mío y después, por la gracia de Dios, él me tiró a la mano y al lado de mi espalda por detrás”, contó Colón, quien explicó que el asesino le apuntó a la cabeza pero falló.
Colón dijo que alguien lo sacó del local, pero que sufrió varios cortes en la espalda por los vidrios rotos que había en el suelo.
“Si no es por ellos yo no estaría aquí. Este hospital me ha ayudado todo el día, toda la noche, y los quiero mucho”, añadió Colón, quien durante la rueda de prensa habló en inglés y español.
El superviviente describió al asesino como una persona “despiadada y cruel”.“Esta persona estaba disfrutando haciendo eso”, añadió el puertorriqueño.
Colón fue una de las 53 personas que resultaron heridas en el club gay de Orlando, después de que Mateen abriera fuego con un rifle de asalto AR-15 en el interior de la discoteca, matando a 49 personas.
Mateen, hijo de inmigrantes afganos, también murió durante el asalto, tras ser abatido por la policía, elevando el número de muertos a 50.
Las autoridades estadunidenses creen que Mateen era un “lobo solitario” y que no formaba parte de ningún grupo terroristas extranjero. Creen que se radicalizó leyendo propaganda en Internet.
Según varios testigos, Mateen visitó el club Pulse varias veces antes del ataque. Familiares y amigos dibujan un perfil contradictorio de la relación del asesino con la comunidad gay.
Mientras algunos aseguran que odiaba a los homosexuales, otros señalan que era asiduo del local y que utilizaba una aplicación online de citas entre personas del mismo sexo.
La comunidad latina de Orlando se ha visto muy afectada por esta tragedia. El club gay celebraba esa noche su fiesta latina. La mayoría de las víctimas fatales de la masacre era de origen hispano, muchos de ellos puertorriqueños, como Colón.
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