REDACCIÓN
El 2021 se perfila como un año de catástrofe humanitaria y los países ricos deben considerar a los pobres en su “estampida por las vacunas” para combatir la pandemia de COVID-19, dijeron este viernes altos funcionarios de la ONU a la Asamblea General del organismo, compuesta por 193 miembros.
David Beasley, jefe del Programa Mundial de Alimentos, y Tedros Adhanom Ghebreyesus, jefe de la Organización Mundial de la Salud, hablaron al respecto durante una reunión especial sobre el coronavirus.
La pandemia, las medidas implementadas por los países y el impacto económico han generado un aumento del 40% del número de personas que requieren ayuda humanitaria, por lo que las Naciones Unidas hicieron un llamado para destinar 35,000 millones de dólares a la financiación de la asistencia.
“El 2021 va a ser literalmente catastrófico sobre la base de lo que estamos viendo en este momento”, dijo Beasley, quien añadió que en una docena de países el hambre está ya presente.
Anticiparon que el 2021 será “el peor año de crisis humanitaria desde el comienzo de Naciones Unidas”, y que no va a ser posible financiar todo, por lo que hay que replantear prioridades.
“Esta es una crisis mundial y las soluciones deben ser compartidas equitativamente como bienes públicos mundiales”, declararon.