El Gobierno nicaragüense acusó de intento de golpe de estado la propuesta de una reforma constitucional y el adelanto de las elecciones para el primer trimestre de 2019.
“Es el diseño de una ruta para un golpe de Estado, es el diseño de una ruta para cambiar el Gobierno”
La posición del Gobierno es que su contraparte, en este caso los que dialogan por parte del sector privado, sociedad civil, campesinos y estudiantes, desconocen no al ejecutivo y a la Asamblea Nacional.
En la propuesta también se exige que se elijan a nuevos magistrados del Consejo Supremo Electoral por “magistrados honestos con reconocida experiencia, credibilidad, idoneidad y honestidad que aseguren que el voto de la ciudadanía va a ser debidamente contado y respetado”.
Por su parte el obispo Jorge Solórzano dijo que no están haciendo agenda, sino que están recibiendo “los diversos puntos, las diversas opiniones, y los presentamos en la mesa. Es la población la que nos hace la agenda”.