La presidenta Dilma Rousseff aludió de forma muy breve a la crisis política de su país en un discurso en Naciones Unidas, en el que destacó que los brasileños aman la libertad y que superarán cualquier revés.
Rousseff habló el viernes durante la ceremonia de firma del Acuerdo de París sobre el cambio climático y basó su discurso en temas relacionados con la reducción de la emisión de gases, los bosques y fuentes de energía renovables.
Al final, dijo que no podía concluir su discurso sin mencionar “el grave momento que vive Brasil”.
“A pesar de eso, debo decir que Brasil es una gran nación, con una sociedad que fue capaz de derrocar el autoritarismo y crear una vibrante democracia”, dijo Rousseff. “Nuestra gente es trabajadora y tiene una gran estima por la libertad. No me cabe duda de que serán capaces de prevenir cualquier revés”.
La Cámara de Diputados de Brasil votó el domingo a favor de llevar a Rousseff a juicio político, tras haber sido acusada de violar las leyes fiscales al trasladar fondos oficiales a fines distintos de los asignados antes de su campaña de reelección de 2014.
La decisión asestó un duro golpe a la mandataria, quien en repetidas ocasiones ha dicho que el movimiento en su contra es un “golpe de estado”.
Muchos en Brasil esperaban que la presidenta usara su viaje a Nueva York y su discurso ante la ONU para defenderse de las acusaciones. Se espera que la presidenta conceda entrevistas a varios medios de comunicación internacionales el viernes.
Líderes de la oposición en Brasil criticaron con dureza a Rousseff esta semana por el hecho de viajar a Estados Unidos. Dijeron que el proceso de su destitución es legal y que la presidenta no debería criticar a sus enemigos desde el extranjero.