Esta nueva ley busca terminar con la fascinación de los jóvenes con Corea del Sur, por lo que castigará severamente a cualquier que se encuentre con películas, ropa o incluso usando regionalismos extranjeros.
Corea del Norte
REDACCIÓN.
El régimen de Kim Jong-Un ha introducido una nueva ley contra lo que definen como “el pensamiento reaccionario”. Esta drástica ley consiste en castigar severamente a quién sea sorprendido con productos o contenidos audiovisuales del extranjero.
El castigo para esta falta será la pena de muerte, para quienes posean medios de comunicación de Corea del Sur, Estados Unidos o Japón, y hasta 15 años de trabajos forzados en un campo de prisioneros a quienes se sorprendan mirando contenido extranjero.
El líder de la dictadura ha pedido a la Liga Juvenil del país que castigue de forma enérgica a los jóvenes que demuestren un “comportamiento desagradable, individualista y antisocialista”
Kim informó que intenta terminar con la jerga extranjera, los peinados e incluso la influencia de ropa de otros países, a las que describe como “venenos peligrosos”
Corea del Norte es reconocido como uno de los países más aislados del mundo exterior, aislamiento que creció aún más con la llegada de la pandemia y el anuncio del cierre de fronteras en respuesta a la contingencia.
Ante estos hechos las importaciones con China quedaron paralizadas, por lo que la falta de suministros y la constante inversión a la tecnología nuclear han hecho que la economía del país esté condenada al fracaso.
Kim quiere asegurarse de que los norcoreanos continúen siendo alimentados solo con la propaganda elaborada por su régimen, evitando así que la población se impresione con la vida que proyectan los contenidos audiovisuales de Corea del Sur o algún otro país.