La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se enfrenta a la peor crisis financiera de su historia, advirtió su presidente James Cavallaro, al anunciar que de no recibir aportaciones el 31 de julio perderán 40% de su personal.
En un artículo publicado con el título “Al borde del abismo”, aseguró que pese a esta crisis no pararán en las investigaciones como los casos de Berta Cáceres en Honduras, Ayotzinapa y el cierre de la base de Guantánamo, entre otros.
Atribuyó los problemas financieros a su trabajo en defensa de los derechos humanos.
“El mensaje parece claro. Algunos países se sienten incómodos cuando la CIDH pone de relieve los desafíos que enfrenta la región en materia de derechos humanos. Esa es nuestra función y nos la asignaron los Estados. Pero nos estrangulan financieramente, quizás para que no podamos cumplir con nuestro mandato”, sentenció.
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