Al menos 22 personas muertas y un millar de heridos dejó un poderoso sismo de 7.3 grados en la escala de Richter que sacudió a primera hora de este sábado la prefectura de Kumamoto, en el suroeste de Japón.
En un balance reciente, según la televisión NHK, y la agencia japonesa de noticias Kyodo, estas cifras se suman a los diez muertos y mil heridos que dejó otro temblor registrado ayer.
El terremoto de este sábado se produjo apenas un día después que un sismo de 6.2 grados en la escala de Richter golpeó la misma zona.
De acuerdo con la Agencia Meteorológica japonesa, el temblor tuvo lugar en torno a la 01:25 horas locales, a unos 12 kilómetros de profundidad.
En algunas áreas de la prefectura, la intensidad de la sacudida ha alcanzado el nivel “6 plus” en la escala sísmica nipona, una escala que tiene niveles de 0 a 7.
Tras este sismo, que sería el más poderoso que ha sufrido el archipiélago desde el registrado en marzo de 2011, se ha emitido una alerta de tsunami para las zonas costeras pero la agencia la ha retirado unos 50 minutos después.
Miles de personas huyeron a los parques y explanadas de la metrópoli bajo la psicosis que provocó el temblor y toda la serie de potentes réplicas que se produjeron en las horas subsiguientes.
Un portavoz gubernamental informó esta mañana que 53 personas están atrapadas bajos los escombros y otras 23 personas están enterradas luego que un deslizamiento de tierra en el pueblo de Minamiaso en la prefectura de Kunamato.
“Se produjeron varios incendios y hay graves daños en un área muy extendida”, aseguró Yoshihide Suga, el representante del gobierno.
Al menos 470 personas están seriamente heridas y 44 están en estado crítico en el Hospital Saiseikai Kumamoto, donde fueron llevadas tras el sismo.
El ministerio de Defensa de Japón anunció que 20 mil soldados serán desplegados durante el fin de semana para ayudar a los esfuerzos de rescate.
La única central nuclear en activo de Japón está ubicada en la misma región, aunque las autoridades han confirmado que no hay irregularidades en las instalaciones y que los dos reactores continúan operando.
Alrededor de 69 mil personas han tenido que ser desalojadas de sus viviendas en la prefectura.
Además, numerosos servicios se han visto interrumpidos: unas 160 mil viviendas están sin electricidad y las líneas de gas han sido desconectadas en algunas áreas.
Por otro lado, las autoridades han tenido que cerrar el aeropuerto de Kumamoto después de que el edificio resultara dañado a causa de los temblores, y todos los vuelos del sábado se han cancelado. Los servicios de tren de alta velocidad Shinkansen se han suspendido.
FCL/OPB