Abrir las cumbres climáticas a la sociedad civil, piden ambientalistas
*Deben dejar de ser escenarios dominados por los gobiernos: AIDA
Por Miguel Ángel de Alba
México, 29 Ene (Notimex).- Las Conferencias de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP) deben abrirse a la participación de la sociedad civil y las comunidades indígenas, y no ser exclusivas para los gobiernos; deben convertirse en un espacio de multiparticipación, afirmó Javier Dávalos, coordinador del Programa de Cambio Climático de la Asociación Interamericana de Defensa Ambiental (AIDA).
Dávalos participó en el webinario “COP25: Avances, retrocesos y perspectivas en la lucha por el clima”, donde hizo un balance de lo que sucedió en la COP25, realizada en Madrid y presidida por Chile, la cual consideró “tuvo resultados decepcionantes”.
El análisis se centró en aspectos como COP25 como escenario de la negociación: participación ciudadana; los mercados de carbono, dificultades y controversias en el artículo 6 del Acuerdo de París; ambición climática, nuevamente aplazada, y pérdidas y daños, pocos avances y muchas preguntas.
El experto de AIDA señaló que cuando Chile asumió la presidencia de la COP25 se impuso ocho desafíos, de los cuales siete fueron conseguidos, entre los cuales destacó que 197 países se comprometieran a mejorar sus metas de reducción de emisiones en sus Compromisos Nacionalmente Determinados, los cuales deberán presentar antes de la COP26, que se realizará en Glasgow.
Otros objetivos contemplaban alcanzar acuerdos para proteger los océanos, instrumentar un plan de equidad de género; aumentar los compromisos del sector privado y concretar una acción climática más efectiva, pero el fracaso mayor fue no haber concretado la regulación de la compra y venta de carbono, contemplada en el artículo 6 del Acuerdo de París.
Asimismo, estimó que el tema de que los países adoptaran una meta más ambiciosa de reducción de emisiones en sus contribuciones nacionalmente determinadas (NDC por sus siglas en inglés), fue uno de los retrocesos más importantes.
Mencionó que durante 25 años, las cumbres climáticas han sido escenarios dominados por los gobiernos nacionales, que no han permitido la participación de la sociedad civil ni de los pueblos y comunidades indígenas en las reuniones plenarias, que son las que toman las decisiones. “Ahora que iban a darse oportunidades de participar, el traslado a Madrid dificultó la asistencia de las OSC, que sin embargo organizaron la cumbre paralela”.
Dávalos consideró que la entrada en operación este año del Acuerdo de París, la actualización de las NDC, los mecanismos de pérdidas y daños, entre otros temas, deben contemplar una amplia participación de la sociedad civil, porque las COP no pueden seguir siendo exclusivas para los gobiernos, sino convertirse en un espacio multiparticipativo.
Mencionó que, a pesar de todo, en Madrid la participación social jugó un papel determinante, al grado que se visibilizó más que nunca la participación de los movimientos sociales e indígenas, especialmente los liderados por los jóvenes, con Greta Thunberg a la cabeza.
Esto quedó de manifiesto cuando fueron desalojados del salón de sesiones alrededor de 200 participantes de la sociedad civil, cuando exigían más compromiso en la acción climática, a pesar de que la consecuencia fue que varias presentaciones ya no pudieran hacerse.
“La sociedad civil debe estar ahí para impulsar el cambio, y uno de estos cambios urgentes es la forma de participación de la sociedad en las COP, que deben abrirse de inmediato”, agregó.
En su balance, comentó que en el caso de los mercados de carbono (artículo 6), se trata del único punto que carece de una reglamentación dentro del Acuerdo de París, aunque contempla la cooperación voluntaria para reducir las emisiones de dióxido de carbono para no sobrepasar la meta de 1.5 grados Celsius en el aumento de la temperatura global, independientemente de las metas de las NDC.
Entre los obstáculos, mencionó que es imprescindible la referencia a los derechos humanos en el desarrollo del artículo 6, para establecer las salvaguardas a los grupos menos privilegiados y en situación de vulnerabilidad; evitar la doble contabilidad y la transferencia de los bonos de carbono generados bajo el protocolo de Kioto.
En este sentido, concluyó que “fue mejor no lograr el consenso, que haber firmado un mal acuerdo que después sólo sirviera para justificar errores”.
En cuanto a la ambición climática mostrada en la COP25, estableció que “fue tan poca que el único resultado fue que las NDC deben presentarse antes de que inicie la COP26 con metas de reducción de emisiones de dióxido de carbono más grandes que las manifestadas originalmente por los países”-
Finalmente, en el tema de pérdidas y daños, dio a conocer que los países acordaron directrices al Fondo Verde para apoyar a los países más afectados por el cambio climático, pero subsisten los retos porque son incapaces de reconocer el daño a los derechos humanos ocasionado por los impactos del cambio climático, impulsado por sus emisiones de gases de efecto invernadero”.
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NTX/MADA
