Una victoria este año sería un sueño hecho realidad: María Fassi

Por José Luis Simón
México, 13 Feb (Notimex).- La golfista mexicana María Fassi cada semana que compite tiene esa ilusión, esa meta en su cabeza, levantar un trofeo y llegar a ser campeona en la LPGA Tour, porque es su sueño desde pequeña, cuando, a los 7 años, incursionó en el golf.
Ella sabe que ese anhelado momento llegará tarde o temprano, que no está muy lejos, que debe de trabajar duro, de enfocarse a su proceso y no distraerse ni perder de vista su objetivo.
“Una victoria este año sería un sueño hecho realidad y estoy trabajando para ello”, manifestó María, quien juega su primer año completo en la LPGA Tour.
Llega a la LPGA
El 26 de diciembre de 2019, María Fassi fue elegida como la mejor estudiante atleta de la década de la Universidad de Arkansas, con el 82.3 por ciento de la votación, con lo cual se resaltó sus logros alcanzados como colegiala y amateur, pero ahora ya está en otra dimensión: el golf profesional.
La transición a convertirse en golfista profesional, no fue de manera abrupta, en mayo de 2019, porque ya tenía participaciones en torneos de esa categoría, pero este 2020, es su primer año completo en la LPGA y tiene que vivir en otra dimensión.
Ahora, la vida María Fassi tendrá que transcurrir en aeropuertos, aviones –a veces en vuelos transoceánicos de hasta 17 horas-, habitaciones de hotel, en el campo durante el entrenamiento y la competencia.
Tendrá que acoplarse a nuevos horarios con hasta 16 horas de diferencia, y al concluir un torneo, otra vez a viajar.
“Ha sido un cambio bastante grande, todavía me está costando un poco adaptarme y sentirme bien con ese nuevo estilo de vida, como bien dices: de nómada, de no tener una casa, de vivir acompañada de una maleta”, compartió la hidalguense en su visita a Notimex.
En pago a todo ello, su vida tiene “pequeños lujos”, ahora, en sus recorridos, cuenta con alguien que le cargue la bolsa, le dé los bastones para cada uno de los golpes y de viajar a lugares muy bonitos, pero detrás de cámaras es una competencia de mucho sacrificio.
“Es una vida difícil, de soledad, de entrega, de entrenar, de levantarte muy temprano, pero sé perfectamente que todo este “sacrificio” vale la pena”, afirmó la golfista de 22 años.
Con caddie y entrenador nuevos
Su juego apunta a la mejoría con su nuevo entrenador David Leadbetter, con quien está contenta por un par de cambios que le ha incluido a su golpe de salida, le ayuda a tener constancia a dejar la bola sobre la avenida del campo y confiar en su swing cuando más lo necesite.
Fassi también siente a Leadbetter como un psicólogo, cree que se han conjugado para que ella alcance esa finura en sus golpes de aproximación y emboque. “Obviamente, hay mucho que mejorar”.
Desde hace cinco semanas tiene a Mark Wallington como su nuevo caddie, con quien se siente cómoda y bien apoyada y espera que ambos tengan la mejor reacción en la competencia.
Llegan los apoyos
María y Mark estrenan bolsa para los palos, al convertirse la mexicana en la primera mujer en el golf profesional que es patrocinada por AT&T y por ende ser parte del equipo de esta telefónica que tiene de líder al estadounidense Jordan Spieth, quien lleva 11 victorias en la PGA Tour.
“Creen en mi proyecto. Es una gran responsabilidad. No muchas jugadoras tienen el patrocinio que yo tengo y no es tan fácil que las empresas crean en alguien tan nuevo. Fue una carrera amateur muy positiva, pero en lo profesional no tengo la experiencia, ni los números, que tienen otras jugadoras y tengo que responder el apoyo”, expresó Fassi.
Es obvio que algo le ven a María Fassi con su golf para tener importantes patrocinadores de forma tan rápida, y uno de esos factores es su carrera colegial y su potencial por desarrollar, como lo obvia el ser la poseedora del golpe de salida más largo en el circuito profesional femenil: 289 yardas, nueve más que su más cercana escolta, Anne Van Dam.
Lo vive como una ventaja enorme para ser más agresiva, aunque a veces no puede usar esa fuerza y distancia por cuestiones de estrategia o el diseño del hoyo no lo permite.
“Esa distancia no viene fácil, me cuesta trabajo mantenerla y me gusta mucho que me digan ‘La Bombardera’, no me molesta para nada, pero eso sólo es una parte del pastel, porque debo tener las otras facetas del juego en orden, para poder tener éxito”, compartió Fassi, quien nació el 25 de marzo de 1998 en Pachuca, Hidalgo.
Ella procura un buen ambiente con sus pares en el circuito y mentalmente debe ser fuerte por lo que pasa en el campo, porque es muy difícil aguantar los golpes que da el golf, que es impredecible.
“Desafortunadamente el golf te quita mucho más de lo que te da, y cuando te da hay que aprovecharlo, hay que saborear esos días y victorias, y saber que no vienen fácilmente, (por eso hay que) aprovecharlas, abrazarlas y después empezar a trabajar”, compartió la tricolor.
Reconocen al golf mexicano
Con su andar por los campos y las competencias se percató que el golf mexicano se respeta y “diría que está empezando a ser una potencia mundial”, a pesar de que no son muchos, porque en damas está también Gaby López, quien recién obtuvo una victoria, y en varones se encuentran Abraham Ancer y Carlos Ortiz, en sus respectivos máximos circuitos.
“Poco a poco nos estamos ganando el respeto de los demás jugadores, de los aficionados y de los medios, y ven a México de una manera distinta y eso me llena de orgullo, porque estamos poniendo a México donde se merece, en lo más alto, y que la gente respete al país por lo que somos y por la calidad de deportistas que tenemos”, apuntó María Fassi.
Recuerdos imborrables
El 4 de noviembre de 2018 conquistó su tarjeta de membresía para jugar la LPGA Tour, en una maratónica competencia física y mental de 144 hoyos en ocho rondas de 76, 69, 68, 69, 76, 74, 75 y 75, para un total de 582 golpes, seis bajo par.
Esa ronda de clasificación se desarrolló en Pinehurst, North Carolina, Estados Unidos, y el final fue muy emotivo para la atleta, quien lo vivió como uno de los momentos más emotivos.
“Cuando terminé, mi mamá me abrazó y lloramos las dos, y me pongo a llorar ahorita cuando lo recuerdo. Mi papá estaba en una video llamada y los tres sin palabras, llorando los tres. El abrazo de mi mamá fue más que mil palabras y mi papá con el corazón roto por no estar (allí) conmigo. Recuerdo que cuando tenía siete años yo decía: Voy a llegar a la LPGA y voy a ser la mejor del mundo”, concluyó la golfista entre lágrimas.
-Fin de nota-
NTX/JLS/LHM