La batalla campal desatada entre seguidores de Tigres y Santos el sábado pasado fue el más reciente hecho que marcó al Estadio Corona y que pudiera acumular su segunda amonestación de veto y tener a puerta cerrada su siguiente juego ante Chivas.
En el Torneo Clausura 2015, un aficionado bajó de las tribunas al campo de juego para intentar agredir al árbitro Fernando Guerrero, pero fue impedido por un elemento de seguridad y esto derivó en una amonestación de veto.
Es por eso, que ante los hechos suscitados la jornada pasada, la directiva santista teme que pueda acumular su segunda amonestación de veto y de esta forma se concrete el castigo al estadio para el siguiente encuentro que será ante Guadalajara.
Si la comisión disciplinaria concreta el veto, el conjunto de Santos deberá de jugar su partido ante Chivas a puerta cerrada.
OPB