Por Brendan McDermid
KENOSHA, Wisconsin, 28 ago (Reuters) – Un número reducido de manifestantes se dejó ver en las calles de Kenosha, Wisconsin, el jueves a última hora, en la que fue la segunda noche consecutiva de calma tensa después de que se iniciasen las protestas el pasado domingo, cuando un policía disparó a un ciudadano afroamericano hiriéndole de gravedad.
Una multitud de no más de 100 personas desafió el toque de queda reuniéndose en un parque cercano al juzgado que, desde el domingo, ha sido el centro de los enfrentamientos entre agentes y manifestantes.
La policía mantuvo el jueves un perfil bajo y prácticamente no fue necesaria la acción del contingente de tropas de la Guardia Nacional de Wisconsin, que si se empleó otras noches para ayudar a restablecer el orden.
Los agentes se limitaron a realizar algún arresto individual.
El resto de los manifestantes, que portaban carteles de “Black Lives Matter” y gritaban “Sin justicia no hay paz”, fue disminuyendo gradualmente hasta llegar a varias docenas de personas a medida que avanzaba la noche.
Kenosha, una ciudad predominantemente blanca en el lago Michigan, a unas 40 millas al sur de Milwaukee, se ha convertido en el último foco de atención en un verano de protestas contra la brutalidad policial y el racismo después de que un agente dejase paralítico a Jacob Blake Jr., de 29 años, al dispararle por la espalda.
El tiroteo, capturado en un vídeo que se hizo viral, desató tres noches de protestas que se saldaron con incendios provocados y los disparos contra tres manifestantes -dos de los cuales murieron- por parte de un adolescente armado con un rifle de asalto, el martes por la noche.
El joven, Kyle Rittenhouse, de 17 años, fue arrestado al día siguiente y acusado de seis cargos criminales, incluyendo homicidio e intento de homicidio.
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(Información adicional de Rich McKay, Nathan Layne, Daniel Trotta, Ann Maria Shibu, Kanishka Singh and Barbara Goldberg; escrito por Steve Gorman, Sharon Bernstein and Daniel Trotta; traducción de Jorge Martínez)