La presidenta brasileña Dilma Rousseff afirmó el viernes que la Olimpiada de Río de Janeiro será un éxito y que el país necesita salir de la crisis por medio del diálogo, en momentos que el juicio político en su contra podría ser votado en la Cámara Baja.
“Si somos capaces de hacer una Olimpiada, somos capaces de hacer nuestro país volver a crecer. Un elemento es fundamental: la convergencia, el diálogo y la asociación”, dijo la mandataria, quien este viernes inauguró en Río de Janeiro la piscina olímpica donde se disputarán las pruebas de natación a partir de agosto próximo.
También garantizó que habrá seguridad en las calles de Río de Janeiro, pese a los recientes incidentes de apuñalamientos y asaltos a turistas en céntricas zonas de la ciudad.
El más reciente hecho de violencia se registró la víspera en la playa de Ipanema, donde dos hombres fueron atacados con cuchillos por criminales supuestamente menores de edad.
Rousseff, amenazada de que su mandato sea impugnado por voto del Parlamento en las próximas semanas o meses, criticó de nuevo a la oposición, que dijo tratar de obtener réditos políticos de la crisis.
“Hoy en Brasil hay un clima de que cuanto peor, mejor, lo que no interesa al país ni a la necesaria estabilidad económica y política”, aseveró la mandataria.
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, también participó del evento, en el que aseguró que las obras estarán listas a tiempo para la celebración de los Juegos Olímpicos, pese al retraso en la construcción del metro y del velódromo.
“Es un momento muy especial para las Olimpiadas. Escuchamos que no estaría todo listo, pero todas las obras están siendo entregadas en el plazo y no hay ningún sobrecosto”, dijo el alcalde.
OPB