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Permanece la nostalgia por los viajes en tren

Foto: Especial

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07 de Noviembre 2018

Coahuila cuenta con dos mil kilómetros de vías de ferrocarril donde se tejieron muchas historias sobre rieles difíciles de olvidar.

Saltillo, Coahuila / 7 Noviembre 2018

Por: David González

Con casi dos mil kilómetros de vías de ferrocarril que atraviesan el estado de Coahuila, el tren de carga se ha convertido en un transporte necesario para la industria minera agrícola  e industrial por la gran cantidad de productos que la entidad exporta como el algodón, la plata, el carbón y como abastecedora de piezas para las empresas automotrices.

Sin embargo aún queda nostalgia por el llamado tren “Regiomontano”, el “Piedras Negras”, “el Torreoncillo” y “Las marranitas” que eran los carros de pasajeros que tenían como destino la Ciudad de México, Laredo, San Luis Potosí y Zacatecas con salidas desde Saltillo, recordó Jesús Alberto Balderas Leos, maquinista por 18 años de Ferrocarriles Mexicanos (FERROMEX).

La llegada a Coahuila del ferrocarril fue el 13 de septiembre de 1883 por parte de Ferrocarriles Nacionales Mexicanos teniendo su sede en Saltillo para luego extenderse hacia Torreón

Además arribaron otras compañías ferroviarias como Ferrocarriles Internacionales que conectó a Laredo desde Piedras Negras hasta Durango y que se convirtió en la columna vertebral de la entidad.

El tren de carga y el de pasajeros le dieron vida a muchos poblados y se crearon a su paso varias ciudades entre ellas la de la Laguna; Torreón, cuya bonanza en aquellos años se debió en gran parte a esta vía de comunicación.

El maquinista jubilado Jesús Alberto Balderas recordó que los trenes abarcaban en su tramo extendido cerca de 10 ciudades y una veintena de lugares como Buñuelos, Paredón El Coyote, Vanegas y Estación Higo, que hoy son pueblos fantasmas.

“Fue una época de mucho auge económico ya que se formaron e introdujeron más líneas del ferrocarril como la ruta Coahuila-Zacatecas que corría de Saltillo a Concepción del Oro para la explotación de oro en Mazapil”, reconoció el ex trabajador de trenes.

Don Jesús recordó el tren Coahuila-Pacífico  conocido como “el Torreoncillo” que tuvo mucho auge  y que pasaba por el lado oriente de Saltillo por la estación que ahora es el Archivo Municipal y las líneas ferroviarias se ubicaban al oriente de la capital.

En tanto, el Nacional Mexicano llegaba a Cuatrociénegas, mientras que el de Viesca pasó por Monclova y Ocampo. También recuerda otro que era llamado Ferrocarril Monclova Pánuco.

Historias sobre rieles que no se olvidan

Entre las líneas que mayor nostalgia causan a las generaciones pasadas fue el paso del tren Águila Azteca que salía a las 12 del mediodía de la estación de Saltillo y llegaba a la ciudad de México a la mañana siguiente.

Marco Antonio González Galindo,  historiador y escritor del libro “Ferrocarril Coahuila-Zacatecas”  recordó que luego de algunos cambios, el tren pasó a ser conocido como el tren “Regiomontano” o las “Marranitas” o tren 1 y 2, que cambió de horario más accesible y donde partía a las 8 de la noche y el pasaje no sentía las 13 horas de camino pues llegaba a la capital mexicana por la mañana.

En la entidad, el tren de pasajeros como medio de transporte y conexión con sitios alejados del desierto coahuilense, dejó de operar en 1997. Siendo así que la última estación de la que muchos saltillenses tiene memoria se ubica en ruinas en Emilio Carranza al poniente de la ciudad y ahora sólo sirve de traspatio para los vagones de carga y mantenimiento.

González Galindo dijo que prácticamente las empresas ferroviarias nunca se recuperaron de la destrucción causada a vagones y rieles en la Revolución Mexicana, lo que llevó a la debacle a este transporte.

“Yo creo que Ferrocarriles (Ferromex) a duras penas se repuso de las pérdidas en la Revolución   por la destrucción de vías, vagones, puentes y tardó mucho tiempo en recuperarse y el pasaje realmente no representaba una cantidad de ingresos  al ferrocarril”, argumentó.

Por eso indicó que las mermas, el mal equipo y las pocas inversiones a las vías propiciaron que dejara de utilizarse esta vía de comunicación, lo que derivó en una quiebra y obligó al gobierno a vender, dejando a miles de trabajadores sin empleo.

Detalló que Ferrocarriles Nacionales fue vendida a Kansas City y las otras líneas se entregaron a Ferromex.

Actualmente el tren que atraviesa el estado fronterizo de Coahuila mueve miles de toneladas de refacciones automotrices, carbón y acero.

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