LONDRES (Reuters) – Las ciudades costeras británicas están en guerra con sus gaviotas e instando a los visitantes a no alimentarlas, en un esfuerzo por evitar que las aves les arrebaten refrigerios como papas fritas de sus manos.
Las señales de advertencia cubren las barandas del paseo marítimo desde Scarborough hasta Broadstairs y más allá, pero ahora una investigación de la Universidad de Exeter sugiere una forma más fácil para que los turistas disuadan a las aves: simplemente mírelas.
La investigación demostró que con un humano mirándolas, las gaviotas argénteas tardaron 21 segundos más en acercarse a una bolsa de papas fritas que cuando aparentemente no eran observadas.
“Las gaviotas a menudo son consideradas agresivas y deseosas de tomar alimentos de las personas, por lo que fue interesante descubrir que la mayoría ni siquiera se acercaba durante nuestras pruebas” dijo la autora principal de la investigación, Madeleine Goumas, del Centro de Ecología y Conservación en el campus Penryn de la Universidad de Exeter en Cornualles.
Los investigadores trataron de examinar a 74 gaviotas pero la mayoría se fue volando o no se acercaron. Sólo 27 se aproximaron a la comida y 19 completaron las pruebas de “ser observadas” y “observar hacia otro lado”.
“De las que se acercaron, la mayoría tardó más cuando estaban siendo observadas”, dijo Goumas. “Algunas ni siquiera tocaban la comida, aunque otras no parecían darse cuenta de que una persona las estaba mirando”.
(Reporte de Guy Faulconbridge; editado por Stephen Addison; traducido por Héctor Espinoza)