Volkswagen, el gigante automotriz alemán, estaría considerando cambiar de estrategia en el modelo de su negocio hacia los vehículos eléctricos, tras el escándalo de manipulación de automóviles de motor diesel.
Medios de prensa señalaron este viernes que el consorcio contempla la inversión de millones de euros en la construcción de una fábrica propia de baterías para autos eléctricos, que ubicaría en Salzgitter, a unos 50 kilómetros de Wolfsburg, ciudad donde se encuentra su sede.
Esta instalación tendría un costo de hasta 10 mil millones de euros (11.2 mil millones de dólares), según informó la agencia de noticias alemana DPA, citando a fuentes internas de la empresa.
El diario económico Handelsblatt señaló, por su parte, que desde la cúpula de Volkswagen se inclinan por contar con la fabricación propia de baterías, para ser así independientes de productores asiáticos.
No obstante, un portavoz del consorcio alemán omitió comentar las “especulaciones” que circulan sobre la empresa. “Hemos situado la movilidad eléctrica en el centro del grupo y acumulado una amplia experiencia”, señaló el vocero.
No en vano, el objetivo que se marcó Volkswagen es el de convertirse en 2018 en el líder del mercado de la movilidad eléctrica.
Los presidentes del Comité de Empresa de Daimler, Volkswagen y BMW insistieron en varias ocasiones en la importancia de contar con la fabricación de baterías eléctricas en Alemania, un negocio que abarcaría, sobre todo, la producción de células de baterías.
GG/OPB